martes, 27 de septiembre de 2016

Idas y vueltas entre juego y cultura. Por Valentina Gambuzza y Paula Retamar

Entorno a la temática de los juegos de la niñez que hemos tenido la oportunidad de abordar de manera teórica como estudiantes de psicopedagogía nos hemos preguntado acerca de las implicancias del juego en la cultura: ¿cómo influyen los juegos en la configuración de lo social? ¿Existe una variación de juegos de acuerdo a la cultura que observemos? Incluso una variación del típico “huevo o gallina”: ¿qué estuvo antes, la cultura o el juego? Es evidente que podríamos seguir incursionando acerca del vínculo juego-cultura y formular muchos interrogantes que despuntarían interesantes proyectos de investigación. Pero a los efectos de este breve ensayo no buscamos ahondar en especificaciones ni grandes aseveraciones sino más bien reflexionar de modo general en las relaciones del juego y la cultura.

viernes, 23 de septiembre de 2016

¿Por qué los niños han cambiado sus formas de jugar? por Selene Gimenez

El juego es muy importante para el niño, ya que durante el mismo pueden  estimular el desarrollo de la creatividad, las habilidades psicomotrices, del lenguaje y de la imaginación, es decir que se aprende a través del juego.

¿Aún existe el juego de las canicas o balitas? por Narela Dorsa

Las canicas o balitas o bolitas o bolillas son pequeñas esferas de vidrio, cerámica o plástico con el cual se realizan distintos juegos, y también se acumulan como objetos de intercambio y colección.









¿La tecnología ha reemplazado al juego tradicional?por Valeria Cian

Hoy en día la mayoría de la población, pero especialmente los niños, viven una vida muy moderna y avanzada tecnológicamente.
Desde su nacimiento los niños comienzan a relacionarse con aparatos tecnológicos, desarrollan una de las etapas más importantes de la niñez junto a ellos y se aferran tanto a estas máquinas que luego es muy difícil que logren desprenderse.

MUÑECAS: “ARTESANALES VS. PLASTICAS” por Nabila Tozzi

    A pesar de los tiempos que ya no son los mismos, la cultura, los hábitos o los mismos juegos que jugábamos de chicos también debemos aceptar y asumir que todo va cambiando, se va transformando e innovando cada vez más.

Recuerdos de infancia: jugar a la Barbie por Virginia Galaz

     Creo firmemente que antes de comenzar con mi redacción es relevante mencionar la razón que me movilizó a elegir este tema. El motivo es que hace algunos años yo también fui una niña, cuya infancia estuvo marcada por una muñeca, que no sólo fue la compañera ideal para los múltiples juegos de las niñas, sino que, por el contrario, constituyó y constituye un ícono para las múltiples generaciones de mujeres, que lograron vivir un incalculable número de experiencias, y pintar su mundo del característico color rosa.

Fuente: http://www.elementaloaxaca.com/cultura/lo-que-no-sabias-sobre-barbie/

• La Rayuela, un juego perdido en los niños de hoy? ¿Qué se pierden? por Facundo Merele

Antes de entrar de lleno a hablar sobre las ventajas y posibilidades de desarrollo que trae el juego de la rayuela, voy a tratar de explicar brevemente como surgió y en qué consiste este juego para poder entender mejor los puntos positivos que trae este mismo. Luego, para cerrar, pasaré a dar mi punto de vista sobre este mismo juego en la actualidad en los niños de Reconquista.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

¿Por qué los juegos simbólicos perduran en el tiempo? por Flavia Borgo

El juego de las compras, o jugar a la mamá y papá son juegos simbólicos.

  
Estos juegos como el de las compras, o jugar a la mamá y al papá perduran a través del tiempo ya que todos los niños de todas las edades y en diferentes partes del mundo los realizan y ponen en escena. El juego es muy importante para su aprendizaje porque tienen un carácter formativo y a través de ellos los niños buscan y exploran el mundo por si solos. Además desarrollan diferentes capacidades físicas por el desplazamiento que realizan, utilizando una coordinación de psicomotricidad gruesa y fina.

TECNOLOGIA VS. JUEGO por Luisina Ortiz

Introducción
Decir juego es decir niño, infancia, recreación, alegría, desarrollo de la capacidad de imaginar. En tiempos donde la tecnología ha invadido los espacios de la infancia destinados a la actividad lúdica, cabe preguntarnos si la computadora, los celulares, la Play Station pueden reemplazar aquellos juegos a los que tradicionalmente estábamos acostumbrados y que han sido símbolos del desarrollo cognitivo y social de los niños.

¿Por qué es tan importante el juego en la infancia? por Antonela Fenske

Podemos definir la palabra juego como una acción o acompañamiento  que se va  dando a lo largo de la  vida  pero sobre todo en la temprana edad  que es cuando un niño  se reconoce a si misma de la manera más divertida que se le puede  presentar, esa manera puede ser el juego  donde el niño  se va a sentir acompañado y va a poder descubrir diversas cosas a través  del juego,  esto también se desarrolla dentro de limitaciones  espaciales  y temporales determinados.

martes, 20 de septiembre de 2016

¿Es “pérdida de tiempo” jugar con los niños? por Fátima Viviani

Sabemos con certeza que "perder el tiempo jugando" es ganar en habilidades cognitivas y psicomotrices, favorecer la actividad memorística y perceptiva, la expresión de estados internos y afectividad, así como desarrollo y evolución del pensamiento.  
Para justificar la afirmación introductoria, realizamos una crítica acerca de los espacios lúdicos que ofrece la comunidad moderna actual. 

JUGAR, ¿ES APRENDER? por Agostina Rey y Camila Ramos

Situándonos en infancias anteriores a las que actualmente solemos observar, podemos establecer diferencias en el modo de utilizar los juegos y el significado que éstos adquieren. En épocas pasadas los juegos solían estar relacionados con actividades recreativas, placenteras y basadas en la imaginación e interpretación que el niño le adjudicaba a la situación u objeto que encontraba a su disposición, sin estar  vinculado con la escolaridad.  

¿Qué tipos de juegos les interesan a las chicos en esta época? por Yamila Lovino

Hoy en día podemos ver la gran brecha cultural que existe entre los jóvenes y adultos. Si nos preguntamos la causa de ésta, podemos notar fácilmente que los avances tecnológicos son un factor muy importante. Esto demuestra que ha habido grandes cambios en nuestra sociedad, a la vez que una nueva forma de ver la realidad, es así como podemos afirmar que “algunos juegos de ahora no son los mismos que antes” y con esto comenzar a redactar esta problemática: ¿Qué tipos de juegos les interesan a las chicos en esta época?

¿Qué se esconde detrás de la imitación y el simbolismo de los niños? por Lara Medina

Esta pregunta inicial que se nos plantea, propone hacer foco en una actividad quizás poco reconocida como lo es el juego, y más específicamente referida a las acciones de repetición, fingimiento o también conocido como juego simbólico. Y, a partir de allí, podríamos desprender otras problemáticas a desarrollar, ya sea como elemento para acercarnos a la realidad del niño y su medio circundante, la influencia de la cultura o el desarrollo de valores como la empatía, la solidaridad y el respeto a la hora de aceptar el modo de actuar de otro diferente a nosotros. También resulta interesante destacar las dimensiones del desarrollo de la persona que se ven involucradas durante la actividad, remarcando su carga emocional y las experiencias personales de donde se servirá el individuo a la hora de efectuar acciones, inicialmente inconscientes, replicando desde una perspectiva personal, es decir, desde un punto de vista subjetivo y que adquiere un valor personal y único según quien la efectúe.
Es por esto que tomando diferentes autores, nos adentraremos en el mundo del juego durante la infancia y su posible traspaso a la edad adolescente y adulta inclusive, reconociendo a la imitación como una herramienta útil en el proceso de la formación de estructuras psíquicas de ideas y pensamientos que constituyen particularidades en los sujetos.
Para iniciar, resultaría necesario introducir o especificar a qué nos referimos cuando hablamos de juego. Tomando como referencia a Karl Groos (1902) y a su teoría, aludimos a juego como  “un ejercicio preparatorio que se constituye en la 1º edad de los humanos como en la de los animales, un procedimiento instintivo de adquisición de comportamientos adaptados a las situaciones que el adulto tendrá afrontar posteriormente.” Adjudicándole así, un valor fundamental de la actividad que tiene sus inicios desde la edad más temprana dentro de la especie; y una función de autoconocimiento y autoeducación experimental. Otros autores para tener presente son los constructivistas Jean Piaget (1956) y Lev Vigotsky (1924) quienes asumen el juego como una actividad propia de los seres humanos y su desarrollo inteligente al ir asimilando la realidad, acomodando estas visiones según las propias experiencias y recreando así una idea original, también llamada adaptación; con una carga cultural importante (teoría vigotskiana) y la interacción social que posibilita salir de la individualidad para constituirse como comunidad o grupo.
Ahora bien, a partir de vivencias personales podría añadir varias cualidades más que hacen al juego lo que es, una actividad placentera, imaginativa, estimulante, libre y única, expresiva, entre otras.
Una vez entendido el encuadre, reconocemos dentro del juego varias aristas según la clasificación que se quiera hacer, ya sea considerando las personas que intervienen o no, el espacio y el tiempo donde se llevan a cabo, los materiales que se precisen, la finalidad u orientación que tenga, qué partes del cuerpo o de la mente ponga en juego, etcétera. Pero si nos referimos específicamente al juego simbólico, indudablemente incluimos dentro de éste todas las clasificaciones anteriores, ya que en la diversidad y amplitud que esta acción refiere, nos hallamos integrando todas las dimensiones y aptitudes humanas que fuimos adquiriendo a lo largo del tiempo y con las que contamos de manera innata.
¿Por qué hablar de la importancia del juego simbólico? ¿Es el juego una “cosa seria”? ¿Sólo los niños simbolizan? ¿Cómo puede el juego evidenciar la manera de pensar de un individuo?
Retomando a nuestros autores cognitivistas, decimos que el juego simbólico es una proyección del niño que se efectúa a partir de las representaciones que posea sobre distintas temáticas, roles, actividades cotidianas, a las cuales se les otorga un valor determinado y personal en donde el niño “hace como si” llevara adelante la acción que está viendo o que, posteriormente, pueda interiorizar y representar sin la presencia del modelo al que quiere referirse. El desarrollo de estas acciones inicia a partir de los 12 meses de vida, y como dijimos anteriormente, abarca la reproducción de gestos, sonidos o acciones que el sujeto vivencia cotidianamente y le resultan significativos. A medida que transcurre el tiempo, estos esquemas representativos se irán afianzando e integrando, añadiéndosele objetos, personas, o elementos particulares que contribuyan a la actividad. Sin embargo, es competente considerar la importancia de la imaginación, la productividad y su desarrollo al momento de jugar “a ser”. Otorgarle significado, nombre, función, a la acción que se está practicando nos habla de la capacidad de recrear constantemente un universo que nos abre la puerta a oportunidades impensadas o soluciones innovadores, o incluso, como diría Piaget, a respuestas adaptadas inteligentes.
Pensarnos como seres activos, que toman protagonismo en la vida misma día a día, nos hace reflexionar de manera individual y colectiva. El papel que cumple el papá o la mamá dentro del circuito familiar, dentro de la sociedad y la forma en que lo desempeña podría influir en la visión del niño sobre éstas. Así como también las convenciones sociales o la información con la que esté en contacto. Aquí aparece  el juego de los superhéroes o las representaciones mentales que idealizan los niños cuando ven sus programas de dibujitos favoritos o se disfrazan de personajes animados, hacia los 3 años aproximadamente. Puede que esta fantasía los conduzca a creerse tales personajes, dejando de lado su propio ser o la realidad en la que se encuentran. No considero mal alentar este tipo de imitaciones, pero defiendo más una postura real y accesible a la cotidianidad, trabajando los valores o las emociones, el saber identificarlas en uno mismo y en los demás. Poder generar empatía y ubicándose en lo que a cada uno le toca. Y, cuando llegue el momento en el cual sean capaces de proyectar acciones o interacciones con otros dentro de un juego, no les resulte tan complejo este proceso y sirviéndose de su creatividad, puedan pensarse a un futuro factible y en base a sus gustos y creencias.

Por último, y una vez reconocido la importancia del juego representativo, no sólo resultará importante su estimulación y trabajo dentro de la familia o en las instituciones educativas, así como actividades o espacios extra que promuevan el desarrollo del compartir, el lenguaje, la cultura, los roles adultos y todo lo que ya hemos venido hablando; plantear quizás la posibilidad de volcar este instrumento a edades más avanzadas, ya sea en adolescentes como orientación vocacional, o en adultos, para seguir trabajando valores o proyectarse a sí mismos y a su familia. Si nos ponemos a pensar, es un ejercicio que constantemente estamos practicando, y sino, que deberíamos practicar. Al fin y al cabo, asumir diferentes roles nos hace dar cuenta de quién es el otro, con qué lucha y qué puede hacer; o nosotros mismos, de qué somos capaces y cuáles son nuestras limitaciones. En conclusión, podríamos volvernos niños un rato y jugar, o reconocer, que no sólo los niños juegan, y eso también está bueno.

A lo largo del tiempo... para qué le sirve el juego al niño? por Johana Ojeda y Valentina Guevara

Ante este interrogante nos propusimos investigar la historia, la evolución y las características de algunos juegos de los cuales fuimos protagonistas, y aún hoy siguen en vigencia en ciertas comunidades.
Algunos que podemos llegar a nombrar: las escondidas, la tocada, la rayuela, las canicas, el jugar a ser un superhéroe o una princesa, juegos con pelotas, saltar la soga, entre otras.

Por consiguiente, en primera instancia, partiremos por la explicación de que consiste el juego. En este caso utilizaremos el marco conceptual realizado por Johan Huizinga.

“El juego es una acción u ocupación libre, que se desarrolla dentro de unos límites temporales y espaciales determinados, según reglas absolutamente obligatorias, aunque libremente aceptadas, acción que tiene su fin en sí misma y va acompañada de un sentimiento de tensión y alegría y de la conciencia de “ser de otro modo” que en la vida corriente”. Johan Huizinga (1872- 1945).

En este apartado haremos referencia a los juegos seleccionados para proceder con la correcta explicación de su historia cultural, y en que procesos del niño intervendrá resaltando sus beneficios.

  1. Las escondidas: es un juego muy antiguo y se suele jugar entre varios amigos, en lugares donde hay muchos árboles, rincones insólitos y extensos; como así también adentro de las casas. También una versión de este juego es el cuarto oscuro. El juego consiste en que un participante cuenta tapándose los ojos hasta el numero en que todos decidieron, y el resto se esconde. El que cuenta luego, debe encontrarlos diciéndole “tochi” antes que lo haga el descubierto.

  1. La tocada: es un juego muy antiguo que se realiza en patios y se ve usualmente en los recreos de la escuela. El juego consiste en sortear quien es el que la queda, se elige un lugar que se llama “casa” donde allí nadie puede ser tocado. El que la queda debe tocar a uno de los que juegan y ese a su vez va a tomar el papel del primero.


3.      La rayuela: Dibuja en el suelo, con una tiza, el diagrama para jugar a la rayuela, compuesto por cajas con números del 1 al 10.  Puedas hacer las cajas de distintos tamaños según la edad del niño, y usar diferentes colores. Para empezar a jugar necesitamos una piedra plana. El niño debe situase detrás del primer número, con la piedra en la mano, y lanzarla. El cuadrado en el que caiga se denomina "casa" y no se puede pisar. El niño comienza a recorrer el circuito saltando a la pata coja en los cuadrados, o con los dos pies si se trata de un cuadrado doble. El objetivo es pasar la piedra de cuadrado en cuadrado hasta llegar al 10 y volver a la casilla de salida. Si el niño pierde el equilibrio o la piedra se sale del cuadrado, se pierde el turno y pasa al siguiente jugador. Se pueden añadir casillas u obstáculos para aumentar la dificultad del juego.

                
  1. Las canicas (jugar a la balita): es muy antiguo e incluso la historia cuenta que se encontraron canicas presentes en la tumba de un niño egipcio de alrededor del año 3000.a. C. El juego consiste en tirar la balita y lograr tocar la del contrario, sin que la balita lanzada toque antes el suelo, esto es lo que se llama “chanta”.




 
  1. Jugar hacer un superhéroe, princesas o cualquier otro personaje: consiste en imitar, actitudes, superpoderes, características del personaje que se elige ser en ese momento. Son juegos que se juegan en grupo o individual.






  1. Juegos con pelotas: Aquí me refiero a juegos como el fútbol, el gol entra, la mareadita, el vóley, etc. Estos son juegos en equipo.



  1. Saltar la soga: se juega tanto individual como grupalmente. Si se habla de un participante, éste deberá sostener de los extremos una cuerda y realiza movimientos circulares, saltando a la vez. En el caso de que sea en grupo, dos participantes toman la soga de los extremos y la hacen girar mientras el resto la salta.

    


Cabe destacar que los juegos a los cuales se hace referencia anteriormente y otros más, son los que observamos que juegan en las calles e incluso en la escuela de los barrios, todavía se destaca la persistencia de estos juegos en la historia.
               
-          Los juegos simbólicos de los que inicialmente se abordan (superhéroe, juego de ser princesa o otros personajes) son propios del estadio pre operacional, niños entre 2 a 6/7.
BENEFICIOS: Este tipo de juegos beneficia la comprensión y la asimilación del entorno que los rodea, desarrolla el lenguaje, favorece la imaginación y la creatividad; de esta manera, los niños aprenden y practican roles establecidos entre los adultos.

-          Estrategias de juego de fingimiento según Flavell:

-          Descontextualización
-          Sustitución de los objetos
-          Sustitución del yo por los objetos
-          Socialización de la acción.

En este tipo de juegos, al principio el niño juega solo, es decir, es un juego individual, sin tener en cuenta a los demás, esto es frecuente a los dos años.
Entre los 2 y 4 años los niños juegan en paralelo.
Finalmente, hacia los 4 años los niños juegan juntos y organizan el juego compartido.
BENEFICIOS: aprender a compartir espacios, crear espacios propios, identificar a un otro (el cual tiene una identidad y vida), comenzar a insertarse en la sociedad, y mejorar el diálogo con otros niños.

Los juegos reglado o juegos de reglas a los que se hace referencia (escondidas, la tocada, juego con pelotas, canicas, etc.) son aquellos que se organizan para alcanzar una meta teniendo en cuenta las acciones de los otros y así ganar el juego.
BENEFICIOS: aprender a respetar turnos, aprender a ganar y a perder, tienen en cuenta las acciones de otros niños, aprenden a escuchar, a prestar atención, entre otras.

  • Clasificación de los juegos seleccionados:

-Atendiendo al espacio en el que se realizan podría clasificarlos en:

1.      juego de exterior, es decir, ligados a la naturaleza y grandes espacios (escondidas, juegos con pelotas, la tocada, saltar la soga, las canicas);
2.      juegos de interior ligados a espacios más reducidos (escondida “cuarto oscuro”, las canicas).

-Según las funciones que promueven. Aquí puedo citar:

a)      Juegos de fantasía e imaginación, son aquellos que permiten al niño dejar por un tiempo la realidad y sumergirse en un mundo imaginario dónde todo es posible de acuerdo con el deseo propio o del grupo. Estos son: juegos de superhéroes, las princesas o cualquier otro personaje.
b)      Juegos sensoriales, en estos los niños ejercitan sus sentidos, por ejemplo: “el cuarto oscuro”.
c)      Juegos motores, ejercitan sus habilidades motrices y descargan tensiones. Por ejemplo: saltar la soga, la tocada, la escondida y juegos con pelotas.
d)      Juegos manipulativos, están relacionados con la presión de la mano: sujetar, encajar, apretar, etc., por ejemplo: las canicas.

En nuestra opinión, pudimos demostrar los grandes beneficios del juego, ya que además del desarrollo cognitivo también posee un gran desarrollo físico, como generar una buena tonicidad de la zona muscular, gran agilidad en los movimientos y grandes procesos de asimilación y acomodación, en un constante proceso de equilibración.
El niño comienza a ser una persona más tolerante y mentalmente eficaz. Más allá del avance de las tecnologías de manera abrupta, que ha surgido en estos últimos años, deberíamos tomar conciencia de que el niño necesita del tiempo de juego, de recreación, de experimentación, de que le cuenten un cuento y que se inmersa en esa historia de fantasía, jugar con los títeres, realizar aviones de papel, sobreritos de papel, no es necesario salir al exterior, dejar de lado los juegos virtuales, la tecnología y transitar tiempo en familia.
En caso excepcional de que no se pueda de manera habitual, buscar momentos, saber organizarse y prestar atención a los hijos, sobrinos, primos, entre otros, que necesitan de nuestro incondicional atención y amor.

Conclusión:

Como conclusión del ensayo, nos abocamos a responder concretamente la pregunta problematizada. ¿Para qué sirve el juego, en el desarrollo de los niños?

Considerando como actividad fundamental al juego, ya que el niño a la hora de jugar no solamente se divierte, sino que también aprende, desarrolla habilidades, favoreciendo la motricidad, lo ayuda a comunicarse con un otro, desarrolla su inteligencia, pone en juego sus emociones, lo prepara tanto para transmitir como para recibir mensajes, ayuda a la socialización, potenciando las relaciones con el otro y con el entorno, es decir, ese mundo que lo rodea. También entra en cuestión, la cooperación que aplica al desarrollo de la imaginación, aprende roles establecidos en la sociedad, desarrolla el lenguaje, favorece la atención, el compartir con los demás, regula determinados comportamientos, aprenden a dramatizar, a tolerar frustraciones, es decir, que enseñan a ganar y perder, respetando turnos, normas y a considerar las opiniones de los pares. Favorece a controlar sus reacciones y emociones, facilitan el razonamiento que lo conducen a una reflexión, ayudando al reconocimiento de su propio cuerpo y el de los demás.

Por eso podemos afirmar que el juego es muy importante para el desarrollo emocional, cognitivo, psicomotriz y social del niño. Abarcando en su mayoría todos los aspectos en relación al crecimiento eficaz del niño.

¿Qué tipo de juego les interesa a los niños según la edad? por Julieta Barbotti, María Ángeles Benítez y Ana Laura Prono

Para Jean Piaget, el juego forma parte de la inteligencia del niño, porque representa la asimilación funcional o reproductiva de la realidad según cada etapa evolutiva del individuo. Este autor asocia tres estructuras básicas del juego con las fases evolutivas del pensamiento humano: el juego es simple ejercicio (parecido al anima); el juego simbólico (abstracto, ficticio); y el juego reglado (colectivo, resultado de un acuerdo de grupo).

El juego es el trabajo de los pequeños y contribuye a todos los dominios del desarrollo. A través de él los niños estimulan los sentidos, aprenden a utilizar sus músculos, coordinan la visión con el movimiento, obtienen el dominio sobre su cuerpo y adquieren nuevas habilidades. Desarrollan destrezas para solucionar problemas, experimentan el gozo de la creatividad y se tornan más competentes con el lenguaje.
 Desde nuestro punto de vista, a medida que los niños se hacen mayores, su juego tiende a ser más interactivo y cooperativo. Al principio juegan solos, luego junto a otros niños y finalmente en compañía de ellos. El juego comienza cuando el niño es bebé, ya que éste interactúa y se relaciona con la realidad exterior y la fantasía.
La forma más simple, la cual comienza durante los primeros años, corresponde al “Juego funcional” que involucra movimientos musculares repetitivos. Luego de haberse desarrollado las habilidades motoras gruesas, los nenes de preescolar ya son capaces de poder correr, saltar, apuntar hacia algo, lanzar a algo, etc. Es en el final de esta etapa y el comienzo de la niñez intermedia donde el “juego rudo” se empieza a ver más, sobre todo en los varones. Este tipo de actividad incluye lo que es la lucha, las patadas y a veces las persecuciones.
Más tarde entramos a lo que se conoce como el “juego constructivo” o de construcción y destrucción, que sería el segundo nivel de complejidad cognitiva. En este, los niños pequeños y del preescolar son capaces de utilizar objetos y materiales para realizar cosas. Aquellos niños que van a guarderías, que se encuentran en los 4 años de edad, se pasan más de la mitad de su tiempo en esta clase de juego, el cual se define más a los 5/6 años. Además, aparece el juego espontáneo, donde el niño va a jugar con aquello que tiene a su alcance y en donde esté. El nene construye y destruye por la dicha satisfacción de hacerlo. Como ejemplo podemos mencionar los bloques o ladrillos, los juguetes de arrastre, entre otro más.
Al final de la etapa sensorio motora Piaget señala que surge el “Juego de simulación”, también llamado “juego fantasioso, dramático, imaginativo o de fingimiento”. Los niños de 3 años determinan la comprensión del significado de la simulación cuando se excusan por una acción diciendo “sólo estaba fingiendo”. Este tipo de juego va a ir aumentando a medida que están en el año preescolar y luego disminuye a medida que los niños en la escuela se involucran en el cuarto nivel cognitivo del juego.
Es en esta etapa, donde aparecen los juegos simbólicos, estos juegos de imitación se relacionan con el medio familiar y social que rodea al niño. Ejemplos de este tipo de juego son: imitar a la mamá barriendo, planchando, haciendo que se va de viaje con la familia, jugando a la maestra y los alumnos.
Luego, de 4 a 8 años, aparece otro tipo de juego, el “asociativo”, en el cual el niño necesita de compañías en sus juegos. En esta etapa surgen los roles a la hora del juego, y así se desarrollan las primeras actividades regladas. Son ejemplos, los juegos de carreras, juegos de cartas, ajedrez, entre otros.
Más adelante, se va reforzando el juego colectivo, donde el niño trata a sus pares por igual, teniendo todos los mismos derechos y las mismas obligaciones.
Podemos afirmar que, de 8 en adelante, nos encontramos con el “Juego competitivo”, donde surgen los famosos grupos de personas que sienten una relación cercana, o íntima e intensa entre ellos teniendo una amistad. Es ahí donde comienzan las divisiones y las peleas entre los individuos.
Los juegos serán numerosos y el lenguaje va a tener una gran relevancia, debido a que se llevarán a cabo reglas de juegos, discusiones y planes de acción. Destacan, como mencionamos anteriormente, las actividades con reglas complejas, donde se requiere aplicar la lógica, análisis metódico y estrategia. Crean sus propios dogmas de pensamiento, modelos sociales y filosofías de vida. Estas actividades evolucionan hacia lo que entendemos como los juegos deportivos.

Conclusión:
Con la realización de este trabajo hemos concluido que, a partir del nacimiento, el niño va evolucionando en el juego e integrando nuevas habilidades cognitivas, emocionales y socio afectivas.
Además, desde nuestro punto de vista, podemos afirmar que el juego es muy imprescindible en el desarrollo del sujeto, llevando a la exploración, conocimiento y el encuentro entre sus pares a través de la experiencia. Es considerado una forma eficaz ya que por medio de esta actividad los niños aprenden, reflejan y transforman activamente la realidad. El juego los ayuda a crecer, por eso no se debe limitar al niño en esta actividad lúdica.
Para seguir pensando:  

¿Al pasar a la próxima etapa del juego, las estructuras lúdicas anteriormente adquiridas, se pierden, se transforman o se incluye en una estructura de pensamiento superior?

El lugar del juego en la agenda de un niño de hoy por Delfina Raviolo

Introducción
Actualmente la sobrecarga de las actividades extraescolares, como fútbol, básquet, hockey, danza, tenis, idiomas, música en instrumentos, etcétera, es común y cotidiano verlo en los niños, principalmente alrededor de los 6 a 12 años, donde el menor es llevado por sus padres a hacer actividades fuera del colegio que ocupan su agenda por la tarde. Muchas veces el objetivo o finalidad es que el niño adquiera nuevos conocimientos y aprendizajes, como también,  simplemente es mandado para ocupar el tiempo que los padres mismos no pueden pasarlo junto ellos. Este tipo de problemática o debate que está atravesando nuestra sociedad de hoy, la abordaremos como el desarrollo de nuestro trabajo haciendo hincapié en la sobrecarga horaria de actividades, en un sentido amplio, que se le otorga al niño de la actualidad y también, cuáles son las repercusiones que deja.
Por eso podemos decir que tiene sus efectos  positivos y negativos. Uno de los aspectos positivos, pueden ser aquellas actividades educativas y enriquecedoras para el desarrollo de los niños, siempre y cuando se destine  el tiempo necesario para: el descanso, el juego y el ocio. Desde la perspectiva de lo negativo, es que en ocasiones son mandados para complacerse los mismos padres de que el pequeño haga tal o cual actividad, porque para ellos es de su agrado o porque la sociedad y los tiempos actuales, así lo demandan. Por otro lado el exceso de exigencia puede llegar a poner al niño en un estado de estrés.
                Por este motivo  partimos del siguiente interrogatorio:
·         ¿por qué el niño busca jugar?
·         ¿es importante que le niño salga a jugar?
·         ¿Los deberes y las actividades extraescolares, contribuyen mas al desarrollo cognitivo, emocional, social, etc. que el juego? ¿hacer mas deberes es mejor ?
·         ¿jugar para los padres,  es perder el tiempo en algo que no aportará nada al niño en su crecimiento?

Desarrollo
                Partamos de la importancia que tiene el por qué y para qué  el niño debe jugar. En base a esto, se habla de una diversidad de teorías, la cual se pueden agrupar en dos tipo de clasificación. Una podemos considerarla en tomar al juego como resultado del funcionamiento de estructuras mentales, que en su desarrollo e interacción con el medio, permiten la adaptación del individuo a éste, o vinculándolo con experiencias que el niño quiere repetir, dominar o negar. La otra clasificación, podemos considerarla como la que busca su origen biológico, es decir heredado por la especie humana en lo instintivo, conllevando actitudes finalistas. Una de estas actitudes puede ser como una preparatoria para la vida adulta. Esta última categoría de teorías es tomada por autores importante en la ciencia y la filosofía como Freud, Groos, Schiller, Stern, entre otros.
                A su vez aparecen otros dos autores importantes con sus teorías del juego que son Piaget y Vigostky y no podemos dejar de nombrarlos. Por un lado Piaget sostenía su teoría en dos procesos que permiten la estructuración del pensamiento: la asimilación y la acomodación. la interpretación del biologista que hace de la naturaleza estructural del juego es muy amplia y se halla directamente relacionada con las características de las distintas etapas que señala para el desarrollo del pensamiento. Por el otro Vigostky toma al juego como el lugar de satisfacción de los deseos, del  que el niño no espera un resultado útil, sino que comienza con una situación imaginaria, pero cercana a la realidad[1]. Por lo tanto si hablamos de vigostky podemos hacer relación con un concepto desarrollado por él, que es la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP). Esta sería aquella zona que ocupa la franja entre el nivel de desarrollo actual de pensamiento del niño a lo que es capaz de hacer en el presente, y aquel otro nivel potencial que puede alcanzar ayudado por un adulto o alguien con mayor conocimiento. Vigostky no consideraba el juego como algo predominante de la infancia sino como un factor básico del desarrollo.
                Es necesario recalcar que tanto para Piaget como para Vigostky la actividad es el origen y basamento del juego. Por eso ¿por qué le niño busca el juego? Para Piaget, el origen se halla fundamentalmente en lo afectivo, y para Vigostky, es el escenario donde los niños reproducen y recrean los conocimientos que tienen del mundo que los rodea.(..) el niño ensaya en los escenarios lúdicos comportamientos y situaciones para los que no está preparado en la vida real, pero que poseen cierto carácter anticipatorio o preparatorio (Baquero, 1997).
                Como creemos el juego es importante en el niño ya que de esa forma el menor comienza a explorar y conocer la realidad en la que se encuentra inserto. Es algo central en la vida del niño la cual no tiene escapatoria. por eso nos interrogamos ¿es importante que le niño salga a jugar? en los tiempos de ahora no se ve tan a diario a los niños jugar en la calle  y disfrutando del aire libre, por lo tanto cada vez es menor la cantidad de infantes. Obviamente en este aspecto se ponen en juego muchos factores como los sociales y políticos que no debemos dejar de lado. Pero ello debería preocuparnos como ciudadanos y participantes de una sociedad democrática en la que estamos insertos.
                En las ciudades se puede advertir fácilmente la ausencia de mayores y menores edades( ancianos y niños) de las categorías sociales en la vía pública. Esto no beneficia a nadie, la ausencia de estas categorías sociales hace que los ciudadanos nos comportemos de la peor manera, en el sentido más amplio donde se observa claramente en el transito- cuando conducimos y caminamos-. La presencia de los niños rondando en los espacios libres de  la ciudad hace que convivamos mejor, más seguros, la cual nos obliga a un mayor control, y hace de la ciudad más bella y viva.
                 Así mismo muchas veces, las necesidades de los niños se han olvidado y se han antepuesto las de los adultos. Los espacios verdes ya no son los mismos que antes, y podemos verlos en nuestra propia cuidad, aunque es menor la cantidad algunos espacios los encontramos abandonados, sucios, peligrosos y rotos. En este sentido es condicionante. Por eso (...)“Las plazas son lugares para compartir, son de todos para los niños. Ellos allí amplían su espacio y no sólo el físico. Todo está a su disposición. El desarrollo cognitivo requiere de nuevos espacios, del contacto con diversidad de cosas, con la naturaleza”(psicopedagoga María Isabel Valdés)[2]. En otros países, como Inglaterra, las ciudades están preparadas y tienen lugares de recreación en cada barrio. Son lugares abiertos, con verdes, bien cuidados, con seguridad. La socialización se hace en el parque. En cambio acá en nuestro país la vereda, la calle ya no es segura para que el menor este jugando con sus vecinos o amigos solo. Este planteamiento es uno de los causantes del porque el niño no sale al aire libre a jugar , a menos que este acompañado y observado por un adulto. otro causante pueden ser la era tecnológica en la que convivimos. El niño de ahora no quiere salir a jugar, ya que  prefiere quedarse jugando con la tablet, computadora, PlayStation, celulares, etc. en el cual tienen adquisición muy fácil y cada vez más tempranamente. 
                El salir a jugar trae muchos y variados beneficios, como hacer ejercicios, lo que mejora su desarrollo físico; descargan energías y tensiones, lo que ayuda a que en sus casas estén más relajados y duerman mejor; desarrollan sus potenciales y creatividades; adquieren habilidades y sociabilidad al estar en contacto con otros niños; experimentan la libertad al no tener que obedecer a los mayores en las reglas de los juegos; y muchas cosas más. (...) "Si un niño no juega no crece, no se desarrolla, no aprende. (...)Una ciudad democrática debe preocuparse por el bienestar de todos, pero en especial por el bienestar de los niños. Son ciudadanos, pero no disponen de los instrumentos de que sí disponen la mayoría de los ciudadanos adultos, y por tanto dependen de nosotros. (...) El juego es una forma de presencia de alto nivel porque los niños, al jugar, ejercitan la etapa más importante de su desarrollo. Cuando a Freud le preguntaron cuál fue el año más importante de su vida, él respondió: «Sin duda, el primero». Así es también para nosotros. La principal actividad con la que creamos los cimientos sobre los que luego construiremos nuestra vida es el juego."(...) (Tonucci, 2012).[3]
                Otra de las cosas que hoy nos llama la atención es la cantidad de actividades extraescolares que tienen los niños actualmente. Por eso nos preguntamos hoy: ¿Los deberes y las actividades extraescolares, contribuyen mas al desarrollo cognitivo, emocional, social, etc. que el juego? ¿hacer mas deberes es mejor ? los deberes no siempre son buenos, muchas veces las tareas escolares son las que quitan gran parte del tiempo que cuanta el niño para el ocio, el juego y el crecimiento. sabemos que los deberes son de gran apoyo académico y disciplinar, pero a una cierta edad hay otras actividades que consideramos prioritarias y es "el jugar". Creemos que en la infancia una de las cosas que más estimula al desarrollo en todos los sentidos es el juego.  por consiguiente nos atrevemos a opinar que la escuela debería estar sumamente interesada en que los niños  salgan a jugar y se diviertan.  Debería ser un pedido obligatorio que el niño saliera a jugar, y luego al día siguiente trajera y compartiera las experiencias recolectadas. Pero en esta propuesta tendrían que comprometerse también a las familias. Las tareas escolares deberían considerarse, o mejor dicho ser una ayuda para los niños que más les cuesta, pero estos no son tan capaces de acometerlos, y además en casa a menudo no encuentran ayuda ya que pertenecen a familias de bajo nivel social y cultural o, porque sus padres no están presente a la hora de resolverlas. Así, quienes más aprovechan los deberes son los que menos los necesitan: aquellos que tienen familias que les ayuden. (...)"La Convención habla del derecho a la escuela y al juego. ¡Deberían ser reconocidos como dos con el mismo peso! Si la escuela ocupa la mitad del día, la otra mitad no debería ser suya, sino de los niños" (Tonucci, 2012).

                Asimismo, el niño cuenta con cada vez mas actividades por hacer en el día, por ejemplo practicar un deporte, estudiar un idioma, ir a la maestra particular o de apoyo, tocar un instrumento, etc. son muchas las variedades y cantidades de horas que le ocupa en su tiempo libre, y el momento y tiempo de descanso es reducido. Las actividades extraescolares son positivas si al niño le hacen entusiasmo y está interesado en realizarlas. Lo importante es saber que siente a la hora de realizarla: entusiasmado, aburrido o cansado. Sea cual fuera la actividad que se haya elegido debe ser un disfrute y no una obligación para el pequeño.
                El exceso de actividades extraescolares en los niños propicia el estrés infantil que se manifiesta con bajo rendimiento escolar, dolores de cabeza, dificultad para conciliar el suelo, falta de apetito, cansancio crónico, etc. También repercute en la imposibilidad de expresar o controlar sus emociones y en preocupaciones que no son acordes a su edad. por eso hay que tener en cuenta que los niños necesitan también tiempo para descansar y, sobre todo, para jugar.
                Considerando estas cuestiones, pensamos decir que no por proporcionar a los niños más horas de estudio, más rutinas y más actividades dirigidas (actividades con normas y horarios,)las extraescolares, van a ser más listos ni van a crecer antes.
"los niños que hacen cosas de niños serán los adultos que harán cosas de adultos", de lo que se desprende que los niños que hacen cosas de adultos serán los adultos que harán cosas de niños.


Conclusión
                Como conclusión, una de las maneras de completar el desarrollo humano es jugando. Jugar es para el niño como vivir. expresar emociones, probar historias, es decir, aquello que aun no puede explicarse con palabras. En el juego la realidad es la que debe adaptarse, porque el mundo de la imaginación y la fantasía no tiene límites. El juego es mucho más que el acto del jugar, es la manera en el que el niño logra explorar, crecer, aprender y experimentar el mundo. Él así aprende a interactuar y sociabilizar con los demás, aprende a lo que es el compartir, el respetar a los demás en sus decisiones y pensamientos. Por eso queremos recalcar la importancia vital del juego y la necesidad de generar tiempos, espacios y permisos para jugar..., para ser niños.
               
               


Bibliografía
·         
  • Prof. Veronica Rebaudino, Prof. Claudia Buenaventura "Nuevas infancias. juegos y consumo en una mirada transgeneracional." Versión digital.
  • ·         http://www.bebesymas.com/juegos-y-juguetes/los-ninos-juegan-cada-vez-menos
  • ·         https://saravia.wordpress.com/2013/05/16/el-nino-del-manana-quienes-son-los-ninos-hoy-2/
  • ·         http://www.lavozdegalicia.es/noticia/lavozdelaescuela/2015/04/07/deberes-equivocacion-pedagogica-abuso/00031428264968120321927.htm




[1] La Educacion en los primeros años N°8
[2] "los niños juegan cada vez menos en la calle" La Voz, 2012.
[3]  " los deberes son una equivocación: pedagógica y abuso". La Voz de Galicia, 2012.

Juegos y Cultura por María Emilia Boggero y Guadalupe Galoppe

INTRODUCCIÓN

En este mundo tan evolucionado, donde los tiempos ya no son los mismos de antes, es necesario prestar atención a los niños, que se encuentran inmersos entre los adultos que sólo centran la mayor parte de sus intereses en cumplir con todas las actividades diarias.
Entonces podríamos ponernos a pensar… ¿Actualmente, los padres tienen tiempo para jugar con sus hijos? ¿Cuán importante es su presencia en el desarrollo del juego con los mismos? ¿El contexto influye en el modo de jugar de los niños de hoy?
Creemos que en el lazo afectivo en las familias es de suma importancia para su desarrollo, dado que es el primer contacto social que conoce el niño a lo largo de su vida. En el momento en que el niño juega con sus padres, éste se siente atendido y que le están demostrando el cariño o afecto que tienen con él. Por lo tanto, el niño disfruta esos momentos de atención mientras juegan juntos, tanto con su padre como con su madre, creando así un ambiente familiar propicio para el bienestar de su hijo.
Además, también es una forma en que los padres pueden guiar al niño, hacer que demuestre su potencial en determinados juegos, apropiados para ellos, de modo que nos interesa conocer la importancia de la interacción que existe entre padres e hijos al momento de jugar, ya que favorece al crecimiento integral de los mismos. A los padres por estos motivos se los califica como mediadores entre el niño y el juego.
Acabamos de plantear como el ámbito familiar influye positivamente en el desarrollo del juego en el niño, de manera afectiva y estimulante. De modo que a continuación, expondremos un breve ensayo a partir de cómo es actualmente esta relación, presentando algunas de las problemáticas actuales y algunas surgidas a partir del gran avance de la tecnología en los últimos tiempos.

EL DESARROLLO DEL JUEGO EN LOS NIÑOS DE HOY

Por medio del juego, los niños consolidan los dominios del desarrollo, donde se estimulan los sentidos, se ejercitan sus músculos, coordinan la visión con el movimiento, obtienen dominio de su cuerpo, interaccionan con su entorno, dimensionan el espacio, experimentan nuevas actividades, logran habilidades, manipulan objetos, actúan según sus intereses, entre otros aspectos que proporciona el jugar tanto consigo mismos como con sus padres, hermanos, tíos, niñeras, etc.
Juegos de niños, de Pieter Brueghel (1560)
Pero las cosas han ido cambiando. Antes, el poder tener un juego o juguete era una posibilidad que no todos tenían y para los que no la tenían, no era un impedimento para no jugar, porque se las ingeniaban con los juegos típicos de su época. Luego, los niños preferían tener solo un juguete, pero que tuviera un gran significado para ellos y lo cuidaban por mucho tiempo. En cambio, los niños de hoy en día, ya no tienen solo un juguete que sea su favorito, sino que sus preferencias van de la mano con los últimos modelos de juegos que se ven en el mercado, los que “están a la moda”. Una de las mayores influencias para que esto suceda son los anuncios publicitarios expuestos en los canales de televisión, donde el niño al ver la propaganda, ésta llama su atención y desea automáticamente poseerlo; o también el anhelo de los juguetes surge de los celos de que sus pares los tengan y ellos no.
En relación a las tecnologías que se utilizan en la actualidad, muchos padres consideran que el exponer a los niños a pequeños a videos de enriquecimiento y a juguetes con orientación académica favorecerá el futuro aprendizaje de ellos a lo largo del periodo escolar. Esas actividades pueden ser, o no, valiosas por sí mismas, pero no lo serán si interfieren con el juego dirigido por el niño (Ginsburg, 2007). De modo que, si los adultos interrumpen con las intenciones y objetivos de sus juegos, presentando esos modelos interactivos, no dejarán que ellos mismos puedan experimentar, aprender y poner en juego su imaginación en sus actividades lúdicas.
Otros padres consideran que el “jugar por jugar es una pérdida de tiempo”; esto se debe a que para ellos no hay contenidos en los mismos que favorezcan al desarrollo de las facultades intelectuales de los niños, pero ésta es una concepción errónea dado que en el juego se puede encontrar una evolución en cuanto a destrezas y a construcciones de ideas propias del sujeto en acción. Por lo tanto, es necesario

que los niños tengan mucho tiempo de juego exploratorio libre, para que se desenvuelvan en el medio según sus intereses y preferencias en el espacio de juego.
         Hay que considerar que el juego es uno de los factores que más influyen en el desarrollo de los niños, por lo cual desde el nacimiento y durante los tres primeros años de vida es preciso que el adulto esté presente; dado que a partir de la exploración de su propio cuerpo con el otro, los pequeños obtendrán mayor información del mundo que los rodea, así serán capaces de entender y explorar la relación causa-efecto desde muy chicos, ya pudiendo descubrir cómo su cuerpo y sus acciones modifican el entorno en el que están.              
            Además, el juego puede hacer varias aportaciones en el desarrollo del niño, tanto al desarrollo cognitivo, que le permite comprender su entorno y crear su propio pensamiento; al desarrollo social, manifestado en los juegos grupales, donde existe una continua interacción con el otro, distintas formas de comunicación con los mismos y, a medida que los chicos van creciendo el juego se convierte más interactivo y cooperativo; al desarrollo emocional, en el cual el niño representa un personaje implicando sus propios sentimientos y emociones, logrando con el juego un equilibrio emocional y un estado placentero; como así también aportando al desarrollo motor; ya que constituye la fuerza impulsora para que realice la acción y llegue al objetivo deseado.
En cuanto a los distintos niveles cognitivos del juego, los niños empiezan por el juego funcional (práctica repetida de los movimientos de los músculos largos), siguiendo por el juego constructivo (realizar con objetos la construcción de algo), y luego realizar el juego dramático (requiere acciones, objetos o papeles imaginarios: función simbólica), que este último disminuirá cuando los niños ingresen a la institución escolar y aumenten su participación en los juegos formales con reglas.
            Estos niños, además de adquirir esas cualidades y habilidades, irán experimentando, a lo largo de sus vidas, variados tipos de juego que aportarán distintas formas de experiencia personal y social, y que a la vez, favorecerán al crecimiento integral del niño, en el cual el contexto actuará como factor fundamental para el desenvolvimiento de los sujetos. El mismo también estará limitado por cuestiones relacionadas a la diferencia de género, en cuanto a experiencias sociales, ya que las niñas prefieren juegos muchos más tranquilos, que no influyen tanta destreza física, de simulación, simbólicos, con estilos de juegos maternales y actividades estructuradas y supervisadas por un adulto; mientras que los niños tienen una tendencia a realizar mayor actividad y agresividad física en sus estilos de juego, jugando de manera espontánea e involucrándose en juegos exploratorios.
Dado que, por lo general, las niñas interpretan roles domésticos y la conformación de una familia y, sucede todo lo contrario con los niños ya que sus juegos de simulación implican peligro, roles competitivos y dominantes, donde su juego es más estereotipado que en el juego de las niñas; por lo tanto, en los grupos mixtos suelen realizarse actividades masculinas tradicionales. Estas preferencias en los niños y niñas con una marcada diferencia, recibe el nombre de segregación por género.
Dentro de los factores que pueden influir en el juego se encuentran los valores culturales y las diferentes costumbres de actividades que tiene la sociedad. Los valores culturales afectan los ambientes de juego que los adultos establecen para los niños y, a su vez, estos ambientes afectan la frecuencia de formas específicas de juego en las diferentes culturas (Bodrova y Leong, 1998).
Al existir millones de diferentes culturas en el mundo, también hay muchas creencias acerca de qué manera puede influir el juego en el desarrollo de los chicos y sus progresos en el ámbito social. Por lo que algunos se pueden dedicar a fomentar el juego de manera más social, donde el niño conozca todas las posibilidades que el medio le ofrece; otros pueden tener una mirada un poco más competitiva acerca del juego infantil, lo que produce una reacción un tanto más negativa en los chicos; y en otros lugares pueden preferir un poco más el juego solitario.
Podemos pensar que al ser de diferentes culturas, el pensamiento y la manera de pensar acerca de las actividades lúdicas, también va a variar sobre si es necesaria la participación y la presencia de los padres, pero así mismo estas decisiones también tendrán que ver con la ideología personal de cada familia, sus posibilidades, y sus proyectos de vida.  

 CONCLUSIÓN

Para concluir con este breve ensayo, podemos hacer varias consideraciones tales como que el juego fue evolucionando con el paso del tiempo, como así también la manera en que las nuevas tecnologías y juguetes modificaron los intereses de los niños, relacionándose al mismo tiempo con el contexto social en el que están inmersos. Además, sus padres ya no dedican parte de su día a tener un espacio de juego con ellos, sino que piensan que es una pérdida de tiempo por el hecho de que no aportan al desarrollo intelectual de sus hijos, o quizás, al estar en una sociedad tan acelerada y con diversos compromisos, se les hace imposible estar en sus hogares, o simplemente les dan objetos para que se entretengan.
El rol de los padres es fundamental en el desarrollo del juego en la niñez, dado que es necesario que guíe a sus hijos, que le posibilite generar nuevas habilidades, que se desenvuelvan en el medio y demostrarles sus capacidades para que construyan su propio camino en su crecimiento integral.
Como ya mencionamos anteriormente, el juego aporta a diferentes aspectos que favorecen a la evolución del niño, en el contexto social en que se encuentra, donde el desarrollo cognitivo, social, emocional y motor, ya que permiten relacionarse con otros, con ellos mismos y con la sociedad, en la que influyen las diferentes culturas, las diferencias de género y crianza.

Por lo tanto, todas estas cuestiones permiten responder a nuestra situación problemática inicial, ya que actualmente podemos ver que, en un mundo tan colmado de tecnologías y trabajos exigentes, los padres ya no tienen tiempo para lograr un espacio de juego con sus hijos; siendo esto fundamental en el desarrollo de los mismos, y necesaria la presencia de ellos en sus hogares. Al mismo tiempo, pudimos describir algunas influencias que provoca el entorno en cuanto a limitaciones y ventajas que le proporciona al niño; y también las distintas aportaciones favorecedoras en las que el juego contribuye al crecimiento y a la  formación integral  de ellos, pasando por una serie de constantes progresos comenzando en su niñez y continuando a lo largo de su vida.