En todos los países del
mundo, el deporte, la recreación y el juego influyen positivamente en la salud
física y mental. Esas actividades enseñan importantes lecciones sobre el
respeto, la capacidad de liderazgo y la colaboración.
UNICEF
aprovecha el potencial del deporte, la recreación y el juego dentro de sus
programas en diversos países. Está formando alianzas con todos los sectores de
la sociedad, desde los gobiernos hasta el mundo deportivo y la sociedad civil,
con el fin de promover el acceso de los niños y las niñas a los campos
deportivos y darles a conocer tanto a ellos como a sus familias los beneficios
de la actividad física y el juego.
APRENDER
JUGANDO
Los juegos
proporcionan a los niños oportunidades de aprendizaje y son muy importantes
para el desarrollo del cerebro en la primera infancia. Los primeros años de
vida repercuten de forma decisiva en el futuro de los niños.
UN COFRE LLENO DE SUEÑOS Y ESPERANZAS
A primera vista no es
más que una caja de metal. Pero al abrirla, la caja de recreación de UNICEF,
llena de juegos y juguetes, ayuda a sanar a los niños y niñas cuyas vidas han
resultado gravemente afectadas en épocas de crisis.
El cofre, que contiene
elementos hasta para 40 pequeños, incluye diversas clases de pelotas, cuerdas
de saltar, colores, tiza, cintas métricas, silbatos y libretas para anotar
puntajes. Las panderetas, sonajeros, tambores, disfraces para danzar y juegos
autóctonos (adaptados a la cultura local de cada país al que se envía)
estimulan a los chicos a expresarse. Una guía para los maestros, producida en
cada país y traducida al idioma local, garantiza que las actividades tengan un
verdadero efecto curativo. Hay cofres llenos de todo lo que se requiere para
jugar fútbol, baloncesto, voleibol o balonmano.
Esos elementos se
utilizan actualmente para crear ligas infantiles femeninas, impartir clases de
educación física en las escuelas y crear clubes deportivos locales.
OFRECER
A LA INFANCIA EL MEJOR COMIENZO EN LA VIDA
Los niños y niñas
juegan en cualquier parte y con cualquier cosa: en ambientes organizados, en el
jardín infantil y en el hogar, con los materiales más sencillos –agua, arena,
cartón, bloques de madera, ollas y tapas– sirven para desarrollar el lenguaje y
la capacidad de análisis y la toma de decisiones. Los padres, las madres, los
familiares y las demás personas que cuidan a los menores deben convertir el
juego en un aspecto central del proceso de desarrollo y aprendizaje de los
niños.
Las escuelas son el lugar ideal para el
deporte, la recreación y el juego, debido a la cantidad de
niños y adolescentes que pasan por ellas. Estas actividades mejoran la calidad
de la educación porque favorecen el desarrollo integral y no solo las
capacidades intelectuales del alumno. Además, aumentan el número de matrículas,
estimulan el aprendizaje y mejoran la asistencia y el rendimiento. Durante las
clases de educación física, los maestros dan información sobre hábitos
saludables y maneras de evitar las enfermedades. Los alumnos transmiten luego
esa información a sus familiares.
El juego es una manera
eficaz de acercarse a los niños y adolescentes marginados, o a aquellos contra
quienes se ejerce algún tipo de discriminación, los que tienen limitaciones
mentales o físicas, los que viven o trabajan en la calle. Para ellos,
representa compañía, apoyo, sentido de pertenencia y conexión emocional.
CICATRIZAR
LA HERIDA DE LOS CONFLICTOS
Dado la ausencia de
una estructura escolar formal, el deporte, la recreación y el juego constituyen
mecanismos de educación infantil no solo durante los conflictos y las
emergencias, sino también después de ellos, y son de gran ayuda para que la
gente sane emocionalmente y pueda reconstruir su vida. Esas actividades tienen
la capacidad de rehabilitar a los niños y niñas que han resultado
traumatizados, de reintegrar a la sociedad a los niños y de recuperar el
espíritu de comunidad.
Por
el mundo!!
UNICEF ha establecido
una alianza con la CONMEBOL, el organismo regional del fútbol en Sudamérica. La
Copa América de 2004 está dedicada a UNICEF con el lema “¡Con los niños, sí se
gana!” Por medio de la promoción y la recaudación de fondos, aliados
deportivos, el sector privado y UNICEF colaboraron para prestar apoyo a
programas para el desarrollo de la primera infancia en muchos países del mundo.
El mensaje es que los niños y las niñas necesitan desarrollar su fortaleza
física y emocional al comienzo de la vida. Actividades en estadios, emisiones
de radio y televisión y otros actos extradeportivos contribuyeron a la difusión
de este mensaje.
En Colombia, el
proyecto Fútbol para la Paz es una alianza entre la Oficina del Alto
Comisionado para la Paz, el Programa Colombia Joven, los ministerios
gubernamentales y el sector privado. Están rehabilitando espacios públicos y
convirtiéndolos en campos de fútbol con el objeto de promover la tolerancia y
la resolución de los conflictos. El proyecto contribuye a que las comunidades
comprendan que los niños y las niñas, tienen derechos y ningún menor debe ser
marginado. Para promover la equidad entre los sexos, niños y niñas juegan en el
mismo equipo. Alrededor de 20.000 niños, niñas y adolescentes entre los 11 y
los 22 años, y 5.000 entrenadores de 50 municipios, participan en el proyecto
Fútbol para la Paz. Se calcula que estos mensajes de paz llegan a más de 50.000
personas en Colombia.
…Uno de los beneficios del deporte es que acerca
a los jóvenes. El deporte ayuda a superar las diferencias y los problemas
porque modifica la conducta social y favorece el desarrollo de los niños y los
jóvenes mediante un proceso pacífico. La actitud de los niños y los jóvenes
puede cambiar a través de la práctica del deporte… explica Salah Hussein
Wasughe, miembro de un club deportivo de Jowhar, Somalia.
Para finalizar tomamos
las palabras de la Directora Ejecutiva de UNICEF, quien nos conmovió con su
objetivo de trabajo en la organización:
“tenemos un sueño, que los niños y
las niñas disfruten de patios de recreo, campos y estadios nuevos y
rehabilitados; que las escuelas incluyan la educación física en sus planes de
estudio, y que los niños y las niñas tengan espacios donde poder jugar y
entretenerse sin correr peligro. Soñamos con que los maestros reciban
capacitación en educación física, y con que los padres y las madres, los
jóvenes y los demás miembros de la comunidad se capaciten como entrenadores.
Aspiramos a que nuestros niños y niñas crezcan sanos, comprometidos con sus
familias y sus amigos, y preparados para el trabajo y para asumir las
responsabilidades que, como ciudadanos, les corresponden. Exhortamos al mundo a
compartir este sueño y a defender el derecho de los niños y las niñas a jugar”.
Autora: Fátima Ruatta Cattena
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