La
rayuela y la mancha son juegos que siguen presentes en las escuelas en la hora
del recreo.
El
juego en el niño favorece a todos sus desarrollos, además por medio de esta
actividad los niños estimulan todos los sentidos, ejercitan músculos, favorece la
coordinación, a ganar dominio de su cuerpo, ayuda a la toma de decisiones y
adquieren nuevas habilidades, con todo esto como beneficio para el niño, nunca
deberíamos alejarlo de esta hermosa actividad para ellos, ya que habitualmente
los padres exponen a sus niños a mucha tecnología, debilitando que se pueda
establecer el desarrollo del juego, no significa que en el uso del juego
electrónico reside el problema, sino el abuso de ellos. Cabe aclarar que los
juegos se van creando en base a la cultura y las costumbres del contexto donde
se encuentra el alumno.
“El juego (como el arte) es jugar precisamente
porque no tiene un objetivo utilitario y eso lo hace importante”
Fernadez, Alicia
El
filósofo Karl Groos (1898-1901), afirmaba que el juego tiene una función
esencial de practica de habilidades, y que, de hecho, el principal propósito de
la infancia es que ocurra el juego.
El recreo en las escuelas es la hora donde los
niños tienen el espacio de convivencia y de relaciones sociales, es el tiempo para
jugar durante la jornada escolar. Es un momento para conversar, relajarse, conocer
al otro y para compartir, es decir, es donde se desarrollar las habilidades
sociales, que no son menos importantes, sino que tienen mucho valor para
conocer al otro y también para conocerse uno mismo, el objetivo del juego en
los recreos es poder fortaleces vínculos, mejorar la coordinación, distribuir
la toma de decisiones, favorece la creatividad. Este tiempo libre debe ser de
juegos libres y espontáneos.
La
entrada en el colegio, cambia profundamente el mundo de los juegos. Las letras
y los números se convierten en juegos para los niños. Con el aprendizaje
escolar aparecen nuevos juegos en los que se combinan las capacidades
intelectuales con el azar.
Dialogando con una docente de nivel primario, comenta que actualmente
en la escuela donde se encuentra ejerciendo su labor profesional, los niños juegan a los juegos que se
encuentran como furor en la actualidad, como por ejemplo, las cartas, pero sin
embargo siguen jugando a pesar del
tiempo que transcurrió de sus inicios , a la escondida, la mancha puente, la
mancha, la rayuela y además se incluye un rincón donde hay libros , que asisten varios niños al
mismo, esta incorporación del rincón de lectura nos parece una propuesta muy favorable para el niño ya que
estimula la lectura que tal vez no recibe desde su hogar.
En
esta edad una niña juega preferentemente a las dramatizaciones o al tatetí, es
decir juegos más tranquilos, el varón prefiere el futbol, sin embargo, estos
juegos que perduran en el tiempo siguen siendo preferentes por ambos sexos.
A
partir de los siete u ocho años y hasta llegar a la pubertad, el cuerpo vuelve
a tener un rol fundamental. Se intensifica el gusto por las carreras, el futbol;
se acentúa el placer por el juego de la mancha y las escondidas, por los juegos
de manos.
“Jugar
para un niño es la posibilidad de recortar un trocito de mundo y manipularlo,
sólo o acompañado de amigos, sabiendo que donde no pueda llegar lo puede
inventar”
Francesco
Tonucci
Todos los niños juegan y han jugado a la
rayuela, como a la mancha.
La rayuela, fue jugada por nuestros padres,
nuestros abuelos y probablemente el origen de este juego callejero se remonte
hasta aquel tiempo en que no existía la división política en los mapas. las variantes de este juego
dependen de la edad, es decir de los niveles de maduración de los patrones
perceptivos motores. Consiste en dibujar en primer lugar un semicírculo como
inicio del juego denominado “tierra” y luego continúan 10 casillas, un cuadrado
con el número 1 dentro, luego el 2, el 3, intentando que sean iguales en cuanto
al tamaño. En el número 4 de la rayuela se pintan dos casillas, una con el
número 4 y a su lado otra con el 5. La casilla superior la ocupa el 6 y las dos
últimas son casillas dobles con los números 7 y 8. Luego otro piso con una sola
casilla con el número 9. A continuación se dibujará una terminación de la
rayuela denominada “Cielo”.
El
juego comienza tirando una piedra pequeña en el cuadrado número 1, intentando
que la piedra caiga dentro del cuadrado sin tocar las rayas externas. Se
comienza a recorrer la rayuela y sus casilleros sin pisar las rayas, guardando
el equilibrio hasta llegar a la casilla denominada “Cielo” y luego volver de la
misma manera hasta llegar a la casilla número 1 y juntar la piedra que
anteriormente habíamos arrojado. Si la piedra no es arrojada en el casillero
correcto o tocará raya perderá el turno y se pasará al siguiente jugador. Y así
sucesivamente hasta lograr pasar todos los casilleros y llegar al cielo, el que
logró este objetivo es el ganador.
“Y
porque se ha salido de la infancia (…) se olvida que para llegar al cielo se
necesitan como ingredientes, una piedrecilla y la punta de un zapato”
Julio
Cortazar.Rayuela
La mancha es otro de los
juegos que siguen vigentes con el paso del tiempo y además es jugado por ambos
sexos. Existe muchas variantes de este juego, una de las variantes y la más
común es que uno de los jugadores “lleve a la mancha” y así éste jugador tiene
correr persiguiendo a los otros jugadores hasta poder tocar o manchar a estos,
y poder dejar de “llevar la mancha” y pasársela a otro, este juego no tiene un
fin o un ganador, sino que el tiempo que se dispone jugando es elegido por los
jugadores.
Cabe
aclarar que los niños del nivel primario al comienzo de este ciclo se
encuentran en formación del súper yo, donde se incorpora la conciencia moral,
éste es el resultado de la resolución del complejo de Edipo. Además, se encuentran en un desarrollo
psicomotriz donde se va incrementando la fuerza motriz, la precisión motora, es
la edad del deporte, por lo tanto, comienzan a respetar reglas, pueden soportar
perder, pueden respetar los turnos de cada uno de los jugadores como en el caso
de la rayuela o en el caso de la mancha el riesgo a que puedan tocarte y seguir
siendo vos la mancha.
Se trata de dos juegos físicos
de habilidades motrices donde, la buena coordinación de movimientos, la puntería
y el equilibrio resultan claves para alcanzar el objetivo del juego.
Además, la rayuela, favorece el autocontrol al
tener que aprender a esperar y respetar el turno, desarrolla defensas contra la
frustración. Mejora la motricidad
gruesa y fina, las habilidades numéricas, y poder lograr el equilibrio a la
hora de saltar con un pie.
Ambos
juegos ayudan a las habilidades creativas a la hora de realizar las reglas del
juego o como jugarlo. Mejora la
habilidad de correr, de obtener la
velocidad y la capacidad del freno inhibitorio, que se pretende a la hora de
tocar al otro jugador o para poder juntar a piedra en la rayuela. Benefician la
coordinación mano-ojo que implica el tirar la piedra al casillero indicado y a la hora de pasar la mancha.
Lo que
consideramos más beneficioso de ambos juegos, es que desarrollan las habilidades
sociales, la comunicación, aprenden a valorar el alcance de su manera de actuar
y se generan vínculos muy fuertes que pueden llegar a durar toda la vida, yo
creo que es por esto que estos juegos siguen vigentes con el paso del tiempo,
ya que nunca se juega de manera individual, sino que siempre se necesita de
otros.
Podemos llegar a la conclusión que el juego en los niños nunca debe ser desplazado,
por la habilidad que tiene para favorecer el desarrollo de los mismos.
“Los
niños necesitan tiempo y espacio para jugar. Jugar no es un lujo es una
NECESIDAD”
Kay Redfield Jamison
Autora: Feriger Jackeline.
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