Los pequeños de hoy nacen inmersos en la
tecnología y la educación misma hace uso constante de ella, como un recurso
clave en el desarrollo del aprendizaje.
Con el paso de los años y el gran auge del
mundo de la tecnología, los niños de hoy en día se encuentran rodeados por
pantallas. Estas son sus facilitadoras de muchas de sus tareas cotidianas,
incluido el hecho de jugar.
Como
sabemos, el juego se caracteriza por ser una actividad que produce placer. De
manera que jugar se convierte en una meta en sí misma en la que el niño
experimenta con conductas complejas sin la presión de tener que alcanzar un
objetivo.
El
juego de hoy en día, que está íntimamente ligado a dispositivos electrónicos
como computadoras, tabletas, celulares y consolas de videojuegos, siempre que
se use en su justa medida, puede proporcionar consecuencias positivas en el
desarrollo de los chicos. A continuación analizaremos cuales son estas
ventajas:
Los
juegos que implican movimientos físicos fomentan la planeación y el equilibrio.
Los desafíos en juegos y aplicaciones aumentan la capacidad intelectual. Los
juegos interactivos de las consolas como la Wii desarrollan la alerta y la coordinación.
Los juegos que implican la memorización
de imágenes o palabras estimulan el hipocampo. Existen variedad de juegos
educativos para niños que se utilizan como material de apoyo en la escuela. Los medios tecnológicos han abierto posibilidades
educativas que permiten a los niños de hoy la apropiación del conocimiento de
manera inmediata, y con recursos mucho más didácticos e interactivos que como
pudieron aprender sus abuelos y, en parte, sus padres.
La tecnología es una
fuente de alta estimulación en la fase de adquisición y mantenimiento de
habilidades en los niños. Desarrollan el instinto de
superación. Aumentan su rapidez de razonamiento y concentración.
Desarrollan sus reflejos y agilidad mental y mejoran la coordinación manual.
Promueven el trabajo en equipo en el caso de los juegos para varios jugadores.
Muchos están pensados con fines educativos, así que, a la vez que juegan,
aprenden sobre todo tipo de disciplinas. Jugados en familia, pueden ayudar a
estrechar lazos y pasar tardes súper divertidas.
Por
supuesto que estas consecuencias favorables se dan solo si se utilizan estas
herramientas de juego de un modo mesurado. La tecnología no debe reemplazar la interacción con sus
pares, sino acercarlos de manera ingeniosa. Además, el juego con tabletas,
computadores y celulares nunca debe ser un premio o un reconocimiento para el
niño, sino que hay que hacerles entender que dichos elementos son un medio para
relacionarse con el mundo, aprender, acceder a un mar de conocimientos y
contactarse.
Los padres deben tener
cuidado con la cantidad de horas que pasan sus hijos por día frente a las
pantallas, ya que si se hace un uso desmedido de ellas, pueden ocasionar muchas
desventajas con respecto al desarrollo de los chicos. Los padres, que agradecen estas formas para
calmar a los niños revoltosos y evitar que interrumpan su propio tiempo con las
tabletas y celulares, parecen no advertir los posibles riesgos del tiempo
excesivo que pasan en el mundo virtual.
Los estudiosos sobre educación y tecnología sostienen que un bebé no debe tener
contacto con ella antes de los dos años, y que de los 36 meses a los 5 años
este debe ser máximo de una hora de interacción entre todos los elementos, como
televisión, celular o tableta. Después de los 6 años, su uso no debe superar
las dos horas, siempre y cuando el trabajo no sea de tipo escolar y demande más
práctica y tiempo. Si estos límites de tiempo no se cumplen, las consecuencias
que se pueden producir son muy graves.
El uso excesivo de medios electrónicos puede tener
importantes efectos negativos sobre la conducta, la salud y el rendimiento
escolar. La sobre estimulación de imágenes y sonidos trae una disminución de la
función creativa del juego. La reducción de la manipulación de objetos, afecta
la motricidad fina. La tecnología puede ser un sustituto de la interacción
personal. Los niños pueden sentir dolor en los dedos y muñecas, estrechamiento
de los vasos sanguíneos en los ojos. Sufrimiento de dolor de cuello y espalda
por inclinarse sobre sus teléfonos y computadoras.
Los padres aquí juegan
un rol fundamental ya que son ellos los que deben poner límites a sus hijos en
cuento al tiempo que le dedican a relacionarse con dispositivos electrónicos.
El fin de este
artículo periodístico es lograr la
concientización de los padres para que puedan lograr un equilibrio con
respecto a este tema. Todos los extremos son malos y es conveniente estar
informados sobre las consecuencias que traen aparejadas cada acción que
llevamos a cabo.
Autora: Regina María Sobrero
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