lunes, 30 de octubre de 2017

Juguetes para niños y juguetes para niñas. ¿Tienen género los juguetes?

Los juegos para ellas se asocian con las tareas domésticas y los de ellos, con la fuerza; pero cada vez hay más chicos que rompen con los estereotipos.


Los juguetes son herramientas que llevan a experimentar, explorar, aprender, socializar y crear, además potencian la imaginación y enseñan valores. Al elegirlos, creamos referentes de la infancia. El reto es claro: elegir y crear referentes positivos, coeducativos e igualitarios. El juego es, además de una actividad agradable, una forma de aprender.


¿Qué es eso del género?

Esta palabra se utiliza para hablar de todo ese tipo de roles ficticios y forzados que se transmiten a niños y niñas desde el momento de nacer y que provocan que se establezcan dos categorías diferenciadas, la de aquello que se considera propio de lo masculino y de lo femenino. Estas clasificaciones de origen cultural, ya que no dependen de la genética o la biología, limitan los comportamientos naturales de niños y niñas desde que nacen ( por ejemplo: el color con el que nos visten, los juegos y juguetes de los que disfrutamos, los cuentos que leemos, los estudios que elegimos, etc.) Tales comportamientos se transmiten desde la familia, la escuela, la televisión, los videojuegos, Internet, el grupo de amistades.

El sexismo a través del juego.

El sexismo es una forma de discriminación que basa la negación y/o vulneración de derechos de una persona en parte, o en su totalidad, por razón de sexo y cuyas manifestaciones son causa de discriminación manifiesta o latente.

Utilización sexista del juego y del juguete.

Se utilizan los juegos y juguetes de manera sexista cuando se facilitan juguetes que afianzan el aprendizaje de los roles asignados artificialmente según el sexo biológico, y cuando se obstaculiza y/o desvaloriza el acceso al resto de juegos, teniendo un efecto negativo en el desarrollo de capacidades, actitudes y valores de sus hijas e hijos. Los roles asignados socialmente a las niñas son el cuidado de personas y cuidado del hogar. Los roles asignados socialmente a los niños son exploración, lucha, competición, aventura, descubrimiento, ciencia.

Consecuencias del uso sexista del juego.

Sus hijas e hijos van a imitar los roles que socialmente se asignan a niñas y niños a cambio de la aprobación adulta. Para ellos y ellas, esta asignación es la referencia válida a través de la cual buscan seguridad y afecto. Mediante este mecanismo ellos asimilan la división sexual de los juegos como una división natural, reproduciendo y perpetuando el modelo de sociedad.

¿Cuándo decimos que un juguete no es sexista?

Cuando no reproduce o no fomenta roles sexuales, cuando fomenta y facilita el desarrollo de capacidades del niño o de la niña, cuando favorece otros valores positivos independientemente de que sea niña o niño y finalmente cuando fomenta nuevos valores de igualdad para nuestra vida.

El juego simbólico

Los niños y las niñas imitan todo lo que ven. Asumen que lo que hacen sus padres, sus madres o sus familiares más directos, es lo que “se debe hacer”, y esto será así hasta que crezcan y tengan una cierta capacidad crítica como para cuestionar estos modelos.
Hacia los dos años de edad, los niños pasan de una etapa de exploración en la que tocan todo cuanto tienen a mano, a una etapa de juego simbólico, en la que inician los procesos de imitación. Entre los tres y los cuatro años, este tipo de juego será el protagonista en la mayoría de las ocasiones. Este tipo de juego requiere de imaginación y de un proceso de imitación de los adultos que les rodean.
Durante esta etapa se empiezan a marcar los roles de género. Normalmente las niñas tendrán más tendencia a imitar los patrones de comportamiento emitidos por sus madres, y los niños los de sus padres. Pero esto no es siempre así, ya que los niños y niñas están en contacto con muchos otros adultos que pueden ejercer una influencia más o menos significativa en sus comportamientos. La televisión y las películas son una gran influencia.
El reto de padres y madres es ayudar a que los juegos simbólicos representen un juego libre e imaginativo para sus hijos, alejándose de los roles tradicionales de hombres y mujeres.


Pese a una mayor conciencia de género, siguen diferenciados por sexo.

Al entrar en cualquier hogar, es fácil adivinar si hay chicas o chicos, simplemente basta observar los juguetes que encuentras a tu paso. Si lo que ves son coches, materiales educativos, héroes y más juguetes representando animales o juguetes de ciencia, acción o aventura, se trata de un niño; mientras que si notas un exceso de color rosa, muñecas, peluches, manualidades y juguetes de tipo doméstico, significa sin duda que pisas el territorio de una niña.
Esta separación es radical en las tiendas de juguetes: los pasillos están divididos en rosa para las niñas y azul para los niños. En general el departamento de niños es de colores sólidos e implica energía, audacia, competencia; mientras que la sección de niñas es de colores suaves y transpira  belleza, vanidad, orden y domesticidad. Por eso, no nos sorprendemos cuando un niño rechaza un juguete de características “femeninas” alegando que es “de chicas”.
Los juguetes sexistas reproducen el estereotipo de sociedad machista, en la que la mujer limpia y cuida de los bebés limitando su potencial para abarcar otras tareas mientras que el hombre construye, inventa y crea, ajeno a las tareas del hogar.
Algunos padres y madres se preocupan si su pequeño hijo elige las muñecas en vez de jugar a la pelota, o les parece  raro sí la hija prefiere jugar a los piratas en vez de entretenerse con una Barbie. La verdad es que las pequeñas y pequeños no tienen idea de lo que significa la programación de géneros. Pero, lo que sí saben es que disfrutan realizando ciertas actividades, ya sea construir, ordenar, jugar un rol, adivinar, etc. y estos juegos pueden ser de cualquier color.
Hoy en día, los roles de género específicos al hombre y a la mujer no están tan marcados en las familias, por lo que no debería impresionarnos ver a una niña que se divierte con un taladro de juguete, imitando como su madre instala los cuadros en la pared y ensambla los muebles recién comprados.

Los juegos y juguetes en la publicidad.

La publicidad de los juguetes en los medios de comunicación se empeña en la reproducción de determinadas imágenes existentes en la sociedad y su objetivo es captar tanto al público infantil como al adulto, sirviéndose, sobre todo, de los recursos del lenguaje y las imágenes. Aunque algunas marcas comienzan a hacerse eco de la responsabilidad sobre el uso no sexista de los juguetes, la mayor parte de las casas de juguetes responden a parámetros comerciales y económicos. Por ello, a la hora de adquirir algún juguete es nuestra responsabilidad prestar atención al nivel educativo del juguete. Es cierto que no podemos hacer nada ante la imagen publicitaria de los medios de comunicación pero sí ante la adquisición de los juguetes y su correcta utilización.
Elizabeth Sweet, investigadora de género y juguetes infantiles en la UC Davis, sostiene que son muchas las razones por las que prevalece el marketing basado en el género. Los fabricantes de juguetes saben que segmentando el mercado en grupos y categorías, pueden vender más versiones del mismo juguete. Ahora, hasta los juegos de mesa y de estrategia, que antes eran unisex, son diseñados con “universo de chica” y “universo de chico”, lo cual dificulta la mezcla de jugadores y los intercambios entre niñas y niños. Es evidente que el interés del marketing  es: “dividir para vender mejor” y esto no va de acuerdo con el “jugar juntos”. Afortunadamente, algunas marcas ya han dado el paso hacia una producción y publicidad más neutral de juguetes infantiles. Hay una juguetería que se ha atrevido a hacer las cosas diferentes, Toy Planet. A principios de mes lanzó un catálogo sin roles preestablecidos que solo ha cosechado aplausos. No es la primera en jugar con esta idea, pero sí la primera en apostar por ella con fuerza.
“Los juguetes no son para niños o para niñas, son para jugar. En Toy Planet nos olvidamos de los estereotipos y clichés y ponemos a jugar a los peques con los juguetes que prefieran ¡sin distinciones!”, aseguran. Todos como consumidores deberían premiar a esas firmas que apuestan por erradicar los pasillos rosas y los clichés de género, buscando sus catálogos y acudiendo a ellas a comprar.

¿A qué se debe la elección de juguetes?

En las últimas investigaciones realizadas, se ha llegado a la conclusión de que la diferente elección de juguetes no puede explicarse a través de argumentos biológicos, sino que se debe a factores culturales, factores educativos, el peso de los convencionalismos, la influencia del distinto trato de la familia, los modelos estereotipados que se reflejan en los medios de comunicación, los libros de texto, los cuentos, etc.

¿Para los niños es menos natural realizar los llamados “juegos de niñas”?

Existe una actitud generalizada que no otorga el valor que le corresponde a las tareas, valores y capacidades atribuidas culturalmente a las mujeres como son la crianza, el cuidado de personas dependientes, las responsabilidades en la administración del hogar y las relaciones interpersonales. Esta valoración negativa no queda fuera del aprendizaje, por lo que los niños al percibir la desvalorización de los roles femeninos y al no recibir la aprobación o refuerzo adulto cuando los reproducen, rechazan y menosprecian los juegos relacionados con dichos roles lo que provoca que estos juegos sean vistos con incomodidad y desprecio.

¿Las niñas sienten menos interés por los llamados “juegos de niños”?

Las niñas son caracterizadas como débiles desde su nacimiento y, en consecuencia, menos aptas para determinados juegos. Por ello, se orienta a las niñas hacia juegos de menor movimiento y, en el caso de darse, se fomenta que los “juegos de niños” no les resulten atractivos.


Beneficios de los juegos de niñas para los niños.

Padres y madres a través de su propia infancia han aprendido que cuidar y pasear muñecas/os es un asunto de niñas y además, en lo que respecta a la valoración, es un asunto de importancia menor. Es normal que entre los dos y los cuatro años sientan fascinación, tanto niñas como niños, por los coches de bebé, ya que comienzan a tener más autonomía y quieren encargarse de conducir y cuidar. Por lo tanto, si les ofrecen la posibilidad de jugar con sillas o coches de bebé están facilitando que en el futuro sean personas capaces de ejercer los roles de cuidado y crianza. También si se los deja jugar con muñecas desarrollan la empatía. Por lo tanto, deben actuar ofreciendo con naturalidad juguetes que posibiliten la reproducción de estos roles y el desarrollo de aptitudes como la capacidad empática, necesaria para las relaciones interpersonales saludables y una buena resolución de conflictos.


Beneficios de los juegos de niños para las niñas.


Es necesario para el desarrollo madurativo de sus hijas e hijos el desarrollo de la motricidad, ya que ésta es una capacidad ligada a otras adquisiciones más complejas como la lectoescritura. Por lo tanto, si ofrecen a sus niñas un desarrollo integral y la posibilidad de ejercer roles de actividad alejados de las atribuciones tradicionales discriminatorias (que hacen que las niñas sean percibidas en actitudes tranquilas y pasivas), estarán facilitando a su vez alternativas en el ejercicio de sus roles de adulta, por ejemplo la incorporación progresiva de las mujeres al deporte.

¿Influencia en la orientación sexual si se le regala una cocinita a un hijo o un traje de astronauta a una hija?

No. Por el contrario, la orientación sexual depende de un conjunto amplio de factores y no del ejercicio, ensayo y aprendizaje de derechos y deberes adultos comunes a mujeres y hombre.

¿Qué pueden hacer los padres y las madres?

Es cierto que los medios de comunicación y los catálogos de juguetes, así como películas y cuentos infantiles, marcan un rol muy determinado, aún hoy, para niños y para niñas. Pero los padres tienen algo que decir en la educación de sus hijos, y deben hacerlo si quieren contribuir, con ello, a crear una sociedad más abierta y menos injusta.
Para facilitar esa tarea deben poner a su alcance todo tipo de juguetes, y de todos los colores posibles. Animarlos a que jueguen con todos ellos, y jugar también con ellos. Poco a poco irán escogiendo según sus gustos y preferencias personales. También ofrecer alternativas, intentar que los cuentos que les explicas o las películas que ven, no reproduzcan los estereotipos de género. Ser creativos y ofrecer alternativas a los puntos de vista tradicionales. Otra cosa que se puede hacer es convencer a los que nos rodean. Por supuesto, por mucho esfuerzo que pongan como padres y madres en esta educación igualitaria, si la gente que los rodea  está en  contra no podrán conseguir demasiado. Convencer a abuelos, tíos, parientes y amigos de que su hijo o hija puede jugar tanto con una pelota como con una Barbie, y pedir que, en la medida de lo posible, regalen juguetes desligados de un rol de género. Elegir bien los juguetes, deberían ir ligados a la edad o madurez del niño o niña, no a una preferencia de colores o de lo que creemos que le gustará. Lo mejor es dialogar con los niños y descubrir cuáles son sus intereses y en base a eso decidir qué juguetes comprar. Por otro lado, los juguetes deberían servir para desarrollar sus capacidades y habilidades, escoger los juguetes que más le ayuden a ello. Deben ser coherentes. Estará muy bien que sigan estos consejos, pero lo que más va a ayudar a su hijo o hija a que crezca en un ambiente más libre de estereotipos de género será que nosotros mismos seamos un modelo de ello. Demostrar que independientemente de si sos el hombre o la mujer, podes limpiar el piso, tender la ropa, colgar una estantería o jugar a fútbol. Recordar que son el espejo en el que se miran sus hijos.

No se trata de que ahora los niños jueguen con muñecas y las niñas con autos, para romper el estereotipo, se trata de que, tanto a niñas como a niños, les den la oportunidad de utilizar indistintamente toda la gama de juguetes que existen y que madres, padres y maestras les ofrezcan  diferentes posibilidades de interactuar con ellos. Ni la niña deja de ser niña por jugar con juguetes “destinados” exclusivamente para niños, ni el niño deja de ser niño por jugar con juguetes “exclusivos” de niñas. Recordemos que los juguetes son las herramientas que nos llevan a experimentar, explorar, aprender, socializar y crear, además potencian la imaginación y enseñan valores.

Autora: Selene Arcidiacono

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