domingo, 29 de octubre de 2017

Consecuencias del juego con pantallas en adolescentes y niños… ¿buenas o malas?

 Los pequeños de hoy nacen inmersos en la tecnología y la educación misma hace uso constante de ella, como un recurso clave en el desarrollo del aprendizaje.


 Con el paso de los años y el gran auge del mundo de la tecnología, los niños de hoy en día se encuentran rodeados por pantallas. Estas son sus facilitadoras de muchas de sus tareas cotidianas, incluido el hecho de jugar.
Como sabemos, el juego se caracteriza por ser una actividad que produce placer. De manera que jugar se convierte en una meta en sí misma en la que el niño experimenta con conductas complejas sin la presión de tener que alcanzar un objetivo.
El juego de hoy en día, que está íntimamente ligado a dispositivos electrónicos como computadoras, tabletas, celulares y consolas de videojuegos, siempre que se use en su justa medida, puede proporcionar consecuencias positivas en el desarrollo de los chicos. A continuación analizaremos cuales son estas ventajas:
Los juegos que implican movimientos físicos fomentan la planeación y el equilibrio. Los desafíos en juegos y aplicaciones aumentan la capacidad intelectual. Los juegos interactivos de las consolas como la Wii desarrollan la alerta y la coordinación. Los  juegos que implican la memorización de imágenes o palabras estimulan el hipocampo. Existen variedad de juegos educativos para niños que se utilizan como material de apoyo en la escuela. Los medios tecnológicos han abierto posibilidades educativas que permiten a los niños de hoy la apropiación del conocimiento de manera inmediata, y con recursos mucho más didácticos e interactivos que como pudieron aprender sus abuelos y, en parte, sus padres.
La tecnología es una fuente de alta estimulación en la fase de adquisición y mantenimiento de habilidades en los niños. Desarrollan el instinto de superación. Aumentan su rapidez de razonamiento y concentración. Desarrollan sus reflejos y agilidad mental y mejoran la coordinación manual. Promueven el trabajo en equipo en el caso de los juegos para varios jugadores. Muchos están pensados con fines educativos, así que, a la vez que juegan, aprenden sobre todo tipo de disciplinas. Jugados en familia, pueden ayudar a estrechar lazos y pasar tardes súper divertidas.


Por supuesto que estas consecuencias favorables se dan solo si se utilizan estas herramientas de juego de un modo mesurado. La tecnología no debe reemplazar la interacción con sus pares, sino acercarlos de manera ingeniosa. Además, el juego con tabletas, computadores y celulares nunca debe ser un premio o un reconocimiento para el niño, sino que hay que hacerles entender que dichos elementos son un medio para relacionarse con el mundo, aprender, acceder a un mar de conocimientos y contactarse.
Los padres deben tener cuidado con la cantidad de horas que pasan sus hijos por día frente a las pantallas, ya que si se hace un uso desmedido de ellas, pueden ocasionar muchas desventajas con respecto al desarrollo de los chicos. Los padres, que agradecen estas formas para calmar a los niños revoltosos y evitar que interrumpan su propio tiempo con las tabletas y celulares, parecen no advertir los posibles riesgos del tiempo excesivo que pasan en el mundo virtual. Los estudiosos sobre educación y tecnología sostienen que un bebé no debe tener contacto con ella antes de los dos años, y que de los 36 meses a los 5 años este debe ser máximo de una hora de interacción entre todos los elementos, como televisión, celular o tableta. Después de los 6 años, su uso no debe superar las dos horas, siempre y cuando el trabajo no sea de tipo escolar y demande más práctica y tiempo. Si estos límites de tiempo no se cumplen, las consecuencias que se pueden producir son muy graves.
 El uso excesivo de medios electrónicos puede tener importantes efectos negativos sobre la conducta, la salud y el rendimiento escolar. La sobre estimulación de imágenes y sonidos trae una disminución de la función creativa del juego. La reducción de la manipulación de objetos, afecta la motricidad fina. La tecnología puede ser un sustituto de la interacción personal. Los niños pueden sentir dolor en los dedos y muñecas, estrechamiento de los vasos sanguíneos en los ojos. Sufrimiento de dolor de cuello y espalda por inclinarse sobre sus teléfonos y computadoras.
Los padres aquí juegan un rol fundamental ya que son ellos los que deben poner límites a sus hijos en cuento al tiempo que le dedican a relacionarse con dispositivos electrónicos.

El fin de este artículo periodístico es lograr la  concientización de los padres para que puedan lograr un equilibrio con respecto a este tema. Todos los extremos son malos y es conveniente estar informados sobre las consecuencias que traen aparejadas cada acción que llevamos a cabo.

Autora: Regina María Sobrero

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