por Lorena Boll
El juego es “una acción u ocupación libre, que se
desarrolla dentro de unos límites temporales y espaciales determinados, según
reglas absolutamente obligatorias, aunque libremente aceptadas, es una acción
que tiene un fin en sí misma y va acompañada de un sentimiento de tensión, alegría
y de la conciencia de “ser de otro modo” en la vida corriente.” Además de
aportar al niño placer y momentos de
distracción, es una actividad que estimula y exige diferentes componentes del
desarrollo infantil. Es el escenario en el cual el niño puede practicar la
experiencia, medir sus propias posibilidades, en muchos ámbitos de la vida.
El juego pone en marcha las habilidades cognitivas
del niño, en cuanto que le permite comprender su entorno y desarrollar su
pensamiento. El juego con un par o con un adulto facilita el desarrollo social
de un niño.
Ahora bien con el paso del tiempo y el
incremento de las nuevas tecnologías los niños han modificado su forma de jugar
o lo hacen solos o en la red, el juego
de contacto (muñeca, juegos de construcción, bucanero, etc.) han ido perdiendo valor, ya que los niños principalmente en la edad escolar
se ven atraído por juegos como la Wi, la Play o la computadora, entre otros,
aunque muchas veces miran con cierta nostalgia y deseo los juguetes de sus
hermanitos más pequeños, pero pareciera avergonzarlos al jugar con juguetes
después de los 8 o 9 años.
La tecnología multimedia ha posibilitado las “nuevas pantallas” que han
dado lugar a nuevos juegos y juguetes electrónicos con innovadoras apariencias
y prestaciones.
Los juguetes multimedia no sólo implican
cambios en los soportes de juego y en las formas de interactuar con ellos, sino
que también aportan nuevos valores educativos a tener en cuenta:
☼ Son juguetes motivadores
☼ Permiten desarrollar
diversas habilidades
☼ Transmiten contenidos y
valores
☼ Potencian el desarrollo
de procesos y estrategias de toma de decisiones y resolución de problemas
☼ Permiten compartir el
juego con otras personas
☼ Algunos de ellos
estimulan la actividad física y la creatividad.
Las posibilidades de los juegos multimedia son enormes, pero ni así, ningún juego ni
juguete, satisface todas las necesidades lúdicas de los niños.
Desde
mi punto de vista no se tiene que menospreciar los juegos tecnológicos, solo
tiene que existir un equilibrio entre los juegos tradicionales y los avances
tecnológicos, es decir deben brindarse valor mutuamente; ya que las nuevas
tecnologías sirven, si se las utiliza correctamente, para obtener conocimientos
y experiencias útiles dentro y fuera de la escuela.
Los
adultos deben ser los encargados de mediar entre los juegos tecnológicos y los
tradicionales; para que el juego sea una materia básica de formación de la
educación infantil, han de servir para estimular y guiar al niño en los
procesos emocionales, afectivos, cognitivos.
Por
ende la tecnología no tiene que ser negativa para el desarrollo del juego en la
infancia de los niños, sino tiene que funcionar para desarrollar las
potencialidades y sus capacidades.
El
juego, ya sea a través de las redes o no, tiene que servir para producir
alegría y pasión, siendo los padres, cuidadores y educadores del niño,
facilitan y estimulan las diversas situaciones de juego ya que estos forman una
parte muy importante en el desarrollo del mismo.
No
tiene que encontrarse por separado, sino tiene que existir una unión y un
equilibrio entre estas dos formas.
Bibliografía:
Martinez,
Gerardo (1998). El juego y desarrollo infantil, disponible en versión digital.
Recorte
periodístico, Cómo influye la tecnología en los juegos de los chicos,
disponible en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario