Los juguetes siempre han jugado un
papel muy importante en la vida de los niños. Con frecuencia reflejan la
cultura del momento e indican los cambios culturales y las tendencias de la
sociedad.
A pesar de que los juguetes de hoy día
parecen ser tan diferentes a los de antes, el fin propósito de los juguetes
siempre ha sido el mismo: llevar diversión y alegría para poder
crear oportunidades e incrementar el aprendizaje y el desarrollo de los
niños.
Los juguetes que fomentan la
creatividad y la imaginación en los niños, por lo general, son los que se
utilizan una y otra vez. Un buen juguete puede y debe hacer desarrollar la
imaginación y el entusiasmo del niño, y enriquecer la experiencia del juego,
favoreciendo la interacción.
El juguete, además, va creciendo con
los niños, y lo hace de forma distinta para cada uno de ellos.
El juego
infantil, con sus tradiciones y sus reglas, constituye un auténtico espejo
social. Está enraizado en lo más profundo de los pueblos, cuya identidad
cultural se lee a través de los juegos y los juguetes creados por ellos: las
prácticas y los objetos lúdicos son infinitamente variados y están marcados
profundamente por las características étnicas y sociales específicas.
A través de los
juegos y de su historia se lee no sólo el presente de las sociedades, sino el
pasado mismo de los pueblos.
El juego va a
favorecer su desarrollo
psicosocial y físico.
A través del juego y los juguetes el niño
consigue estimular el desarrollo motor, puesto que va
hacer que el niño se mueva, corra, salte, camine…etc. También va a
permitir desarrollar su inteligencia,
porque el juego lo empuja a explorar el
mundo que le rodea y a realizar acciones con los objetos disponibles
hasta conocerlos mejor.
Los juguetes y el
juego estimulan el desarrollo emocional, los niños por medio del juego expresan
sus sentimientos y a menudo aclaran conflictos emocionales. A su vez, favorece
el desarrollo social porque a través de éste el niño aprende a: jugar con
otros niños, respetando reglas, compartiendo y conviviendo.
Los juguetes y el
juego permiten al niño:
·
Desarrollar los músculos de su cuerpo moviéndose.
·
Promover la imaginación y la creatividad.
·
Practicar jugando, divertirse y expresar sus
sentimientos.
·
Investigar el mundo que le rodea, aprender cosas de
la naturaleza y de los objetos fabricados por el hombre.
·
Aprender de los adultos y niños.
Hay
diferentes clases de juguetes y juegos:
·
Juegos en solitario.
·
Juegos de hablar.
·
Juegos para estimular la imaginación.
·
Juegos con materiales.
·
Juegos para grupos.
·
Juegos de reglas.
En estos juegos el niño disfruta de la atencion que le
presta el adulto, y los adultos se sienten satisfechos viendo como el niño se
divierte, les sonrie, esta feliz. Se establece,un lazo afectivo entre ambos.
No olvidemos que jugar es una experiencia emocional y
social, que produce alegria y pasion, y en la que padres,cuidadores y
educadores del niño facilitan y estimulan las situaciones de juego que forman
parde de su desarrollo.
Los padres pueden
ayudar a sus hijos a aprender a través de juegos, nombrando los objetos
con los que están jugando, mostrándoles las características y para qué sirven
las cosas que van manipulando, respondiendo sus preguntas, incitándoles a
inventar nuevos juegos y dejándoles explorar e imaginar.
Cualquier cosa
puede llegar a convertirse en un juguete para un niño: objetos de la casa,
elementos de la naturaleza como: ramas, agua, hojas, arena, piedras… Un
juguete no es mejor cuanto más costoso sea.
El niño, al jugar
con juguetes y otras personas, desarrolla su mente y su creatividad. Busca los
objetos necesarios para su juego. El niño al jugar tiene que encontrar soluciones
a los problemas que surjan por sí mismo. De este modo, se desarrolla en él una
actitud de confianza y el reto de afrontar y enfrentarse a situaciones nuevas.
El juego y los
juguetes ayudan a desarrollar la curiosidad del niño y le enseña a inventar.
Cuando el niño
juega con otros niños aprende a ser asertivo, a comprender a los demás.
También, descubre el valor de la amistad y de la lealtad. Cuando deja sus
juguetes o juega con otros niños, empieza a manifestar su capacidad para
compartir. A su vez, aprende también que hay que respetar las reglas.
Mediante el juego y
los juguetes el niño aprende su cultura, valores y tradiciones. Favorecer
los juegos permite que el niño entienda, valore y mantenga la
cultura a la que pertenece
El juego ha estado presente desde
siempre como la herramienta a través de la cual el ser humano aprehende el
mundo.
Aparte del placer de la diversión y el
entretenimiento, el juego es
fundamental para el desarrollo de los niños y su relación con las
personas y el mundo que los rodea, ayudando a conformar su personalidad, su
modo de aprendizaje y su curiosidad a lo largo de la vida.
El juego infantil se
caracteriza por ser una actividad divertida pero sería a la vez. El niño/a,
cuando juega se divierte, pero por otro lado el niño se toma el juego muy en serio porque, para
él, es una forma de afirmar su personalidad y mejorar su autoestima. Es además
una experiencia de libertad y de ficción, que a veces, implica un esfuerzo por
parte del niño/a.
CONCLUSIÓN:
El juego, además de
aportar al niño placer y momentos de distracción, es una actividad que estimula
y exige diferentes componentes del desarrollo infantil. Es el escenario en el
cual los niños pueden practicar la experiencia de medir sus propias posibilidades
en muchos ámbitos de la vida.
En conclusión
el juego y el juguete son importantes en todo
para el óptimo desarrollo del niño/a. Jugar es la actividad principal de la
infancia. Una necesidad que nos empuja, nos transforma, nos hace crecer.
Los niños han
sentido y sienten que el juego es placer. El juego y los juguetes de los niños es para
ellos alegría, diversión, pasarlo bien. A veces, vemos a los niños
aburridos o desilusionados entre una montaña de juguetes y pensamos, ¿cómo es
posible? Para que el juego exista debe incentivarse el deseo, pero no el deseo
de "poseer", sino el deseo de obtener, conseguir, superar e imaginar.
Esperar aquello que
deseas, motiva las ganas de jugar y disfrutar como también las ganas de
poder compartir el juego con otros. Dos o tres niños e incluso
sin juguetes, encuentran la manera de jugar.
BIBLIOGRAFÍA:
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