Un juego se define como la
actividad que realiza uno o más jugadores, empleando su imaginación o
herramientas para crear una situación con un número determinado de reglas, con
el fin de proporcionar entretenimiento o diversión. Existen juegos
competitivos, donde los jugadores tienen que lograr un objetivo, y juegos no
competitivos, donde los jugadores buscan simplemente disfrutar de la actividad.
El juego se utiliza como herramienta educativa, pues en la mayoría de los casos
funcionan estimulando habilidades prácticas y psicológicas. También es
considerado un ejercicio recreativo sometido al concurso de reglas.
Es una de las manifestaciones más
habituales en el ser humano desde su nacimiento. El niño, antes incluso de dar
sus primeros pasos, tiende a buscar juegos rudimentarios que le producen una
sensación de bienestar interno.
Vamos a recorrer una línea de
tiempo para conocer la evolución que ha logrado el juego desde la prehistoria
hasta el día de hoy.
El hombre del paleolítico empieza
a crear, a través del juego, una serie de manifestaciones culturales cada vez
más complejas, como el derecho, la moral, etc. De este modo, el juego se
convierte en una faceta muy importante no sólo por lo que aporta de beneficio
psíquico y físico para el ser humano sino también por los cambios que, poco a
poco y casi de una forma inconsciente, va generando en la sociedad. En estas
épocas prehistóricas el juego está muy relacionado con la esfera de lo mágico y
lo divino. Casi todas las manifestaciones lúdicas de esta etapa de la humanidad
eran parte integrante de algún ritual religioso. Así es como en el año 105 a.C
se instituyen los combates de gladiadores, que antes se realizaban de manera
particular. La función de dichos combates es la de rendir honor a los difuntos,
un sacrificio que se imponía como deber del Estado.
En Roma, al ser una sociedad
donde lo que primaba era el espectáculo por encima de todo, mucho protagonismo
de la actividad física lo tenían los juegos. El más importante fue el juego de
la pelota.
Acercándonos más a la Edad Media,
la infancia no era contemplada como ahora, por lo que muchos niños trabajaban
desde muy pequeños, sin que se conociera la importancia de su recreación o
estudio. A pesar de ello, se encontraban juguetes típicos de su época. Uno de
ellos son las muñecas, este tipo de objetos lúdicos son descritos durante sus
primeras épocas como artefactos hechos y tallados en madera. Los juguetes más
sofisticados eran fabricados a pedido de personajes de la nobleza, para sus
hijos.
Para aquellos que no tenían los
medios económicos para acceder a estos costosos artefactos, la opción perfecta
eran los juegos al aire libre, así también como juegos verbales, propios de la
tradición oral. En este sentido, algunos historiadores han podido rastrear
hasta la Edad Media algunos juegos infantiles que persisten hasta el día de
hoy, como por ejemplo La Gallinita Ciega, pares o nones, el churro, o
simplemente contarse entre ellos algunas fábulas de Esposo, entre otros cuentos
de la época.
Por su parte, los adultos, aun
cuando también se sometían a extenuantes jornadas de trabajo, también
encontraban momento para el esparcimiento. En cuanto a los distintos juegos en
la que los adultos de la Edad Media ocupaban su tiempo, se pueden contar las
siguientes:
·
Jey de Poume: Conocido también como
Juego de Palmas consistía en lanzar una pelota, usando para ello la palma de
las manos.
·
Soule: Consistía en pelearse una pelota
hasta hacerla regresar al punto de inicio. Por lo general se jugaba con una
pelota fabricada en base a tejido y pasto. El evento daba lugar a grandes
combates, a través de prados y bosques. Se cree que este juego puede ser uno de
los antecesores del fútbol moderno.
·
Las justas: Este juego, básicamente
consistía en el enfrentamiento de dos caballeros, montados sobre su caballo,
lanza en mano. Ganaba el que lograra romper tres lanzas, en cada encuentro, o
por el contrario tumbar a su oponente, lo cual era tomado como una lanza rota.
Este juego era desarrollado de forma
pública, y llevado a cabo con lanzas de madera y escudos. Sólo podían
participar personajes de la nobleza o la corte, el pueblo en general podía
acercarse a disfrutar del espectáculo, al menos que los reyes decidieran lo
contrario.
·
Ajedrez: Según apuntan fuentes
históricas, en principio no era jugado sobre un tablero, sino sobre un trozo de
tela, unicolor. Por algún tiempo fue prohibido al pueblo, considerándose una
diversión exclusiva para nobles y caballeros.
·
Alquerque: Entre los juegos más
populares de la Edad Media resalta éste, descrito como un popular juego de
mesa. Los historiadores han indicado que este juego puede ser asumido como uno
de los principales antecesores del juego actual de Damas.
Extendiéndonos a
la Edad Moderna en los siglos XVI y XVII, aparecen ya juguetes como los
conocemos ahora y es en esta época cuando empieza a manifestarse el ingenio de
los fabricantes. En aquel momento, los niños emplean juguetes bélicos como por
ejemplo soldados, cañones, arcabuces, etc. En cambio, las niñas continúan
jugando con muñecas, que se fabricaban en yeso para las niñas del pueblo, y en
cera coloreada para las niñas de familias acaudaladas. En el Renacimiento
aparecen los primeros soldados de plomo, de uso exclusivo para los más ricos,
así como la gran innovación de la época: los muñecos autómatas, que reflejaban
ya los conocimientos mecánicos de la época. Las clases menos privilegiadas
debían conformarse con caballos de madera, carros, bolos y cualquier utensilio
que pudiera hacerse con cañas.
Es en esta época cuando empiezan
a emplearse los juegos o juguetes didácticos.
A finales del siglo XVII, y sobre
todo del XVIII, la sociedad comienza a transformarse hacia la
industrialización. Los niños humildes se divierten jugando en grupo y a juegos
que no requieren de un «objeto» alrededor del cual se organice el juego. Más
que de juguetes, cabe hablar de juegos, como el toro o el balancín. Existían
caballitos con preciosos estribos, aunque la mayoría de los niños/as de la
calle lo conseguían con un barril al que se le adosaba una cabeza de madera
plana.
También se extiende en el siglo
XVII el coche de juguete. Muchos de ellos eran reproducciones exactas de los
carruajes de la época.
Por su parte, las niñas seguían
jugando con muñecas de madera o trapo, pero se inicia una tendencia a abaratar
la fabricación con el uso de materiales y técnicas apropiadas. Junto a la
muñeca, otro juguete de todos los tiempos es la pelota, que antiguamente podía
estar rellena de arena o de aire. El verdadero cambio en el mundo del juguete
lo marca el principio del siglo XX, cuando se toma conciencia de que el juguete
es también un medio pedagógico, que servirá al niño para favorecer su
inteligencia y facilitar sus estudios.
Enfocándonos en la edad
contemporánea podemos encontrar diversos tipos de juegos, desde “los de calle”
hasta la tecnología más avanzada. Años atrás los juegos más novedosos del
momento eran las canicas, el "topao", el teléfono descompuesto (el oído
y la voz como únicos elementos); las escondidas, el pañuelo, la gallinita
ciega. Nadie se aburría y alrededor de cualquier botella o lata vacía se
desarrollaban los mejores y más divertidos juegos. Juegos sencillos, prácticos,
divertidísimos, donde la imaginación echaba a volar y lo único que nos
requerían era nuestro constante movimiento físico y la socialización
permanente.
Lamentablemente, estas formas,
estos modos tan divertidos de jugar se extinguieron y muy difícil es
rescatarlos en estos tiempos de alta tecnología donde no se concibe un
adolescente sin celular, sin un I pod, una laptop, o cualquier video juego de
esos que desconecta a los niños de su mundo exterior encerrándolos cada vez más
en sí mismos. Sumergiéndolos en un estilo de vida caracterizado por el
sedentarismo. Es la tecnología que reina hoy día. La capacidad de esos cada vez
más pequeños artefactos que, como dictadores, dan instrucciones una tras la
otra; "indican" a los niños cómo deben jugar y hasta los guían a
jugar con temas preseleccionados por sus diseñadores. Los padres que
económicamente pueden, para "tranquilizar" las energías naturales de
los niños, han recurrido a juegos electrónicos, como el nintendo, play station,
game cube, el uso de juegos para computadora, el internet, el chat, la
televisión, actividades muchas veces solitarias, que si no se acompañan de la
posibilidad de ser compartidas con otras actividades sociales, deportivas, dejaran
al niño con pocas habilidades para socializar y desarrollar sus capacidades físicas
y mentales.
Autora: Luciana Rivero Martos
BIBLIOGRAFÍA:
www.biblioteca.uniroja.es
www.educación.elpensante.com
es.wikipedia.org
recuerdosdelainfancia.blogspot.com.ar
www.buenastareas.com
www.diariolibre.com