miércoles, 8 de noviembre de 2017

El juego a lo largo de la historia

Un juego se define como la actividad que realiza uno o más jugadores, empleando su imaginación o herramientas para crear una situación con un número determinado de reglas, con el fin de proporcionar entretenimiento o diversión. Existen juegos competitivos, donde los jugadores tienen que lograr un objetivo, y juegos no competitivos, donde los jugadores buscan simplemente disfrutar de la actividad. El juego se utiliza como herramienta educativa, pues en la mayoría de los casos funcionan estimulando habilidades prácticas y psicológicas. También es considerado un ejercicio recreativo sometido al concurso de reglas.
Es una de las manifestaciones más habituales en el ser humano desde su nacimiento. El niño, antes incluso de dar sus primeros pasos, tiende a buscar juegos rudimentarios que le producen una sensación de bienestar interno.
Vamos a recorrer una línea de tiempo para conocer la evolución que ha logrado el juego desde la prehistoria hasta el día de hoy.

El hombre del paleolítico empieza a crear, a través del juego, una serie de manifestaciones culturales cada vez más complejas, como el derecho, la moral, etc. De este modo, el juego se convierte en una faceta muy importante no sólo por lo que aporta de beneficio psíquico y físico para el ser humano sino también por los cambios que, poco a poco y casi de una forma inconsciente, va generando en la sociedad. En estas épocas prehistóricas el juego está muy relacionado con la esfera de lo mágico y lo divino. Casi todas las manifestaciones lúdicas de esta etapa de la humanidad eran parte integrante de algún ritual religioso. Así es como en el año 105 a.C se instituyen los combates de gladiadores, que antes se realizaban de manera particular. La función de dichos combates es la de rendir honor a los difuntos, un sacrificio que se imponía como deber del Estado.
En Roma, al ser una sociedad donde lo que primaba era el espectáculo por encima de todo, mucho protagonismo de la actividad física lo tenían los juegos. El más importante fue el juego de la pelota.
Acercándonos más a la Edad Media, la infancia no era contemplada como ahora, por lo que muchos niños trabajaban desde muy pequeños, sin que se conociera la importancia de su recreación o estudio. A pesar de ello, se encontraban juguetes típicos de su época. Uno de ellos son las muñecas, este tipo de objetos lúdicos son descritos durante sus primeras épocas como artefactos hechos y tallados en madera. Los juguetes más sofisticados eran fabricados a pedido de personajes de la nobleza, para sus hijos.
Para aquellos que no tenían los medios económicos para acceder a estos costosos artefactos, la opción perfecta eran los juegos al aire libre, así también como juegos verbales, propios de la tradición oral. En este sentido, algunos historiadores han podido rastrear hasta la Edad Media algunos juegos infantiles que persisten hasta el día de hoy, como por ejemplo La Gallinita Ciega, pares o nones, el churro, o simplemente contarse entre ellos algunas fábulas de Esposo, entre otros cuentos de la época.
Por su parte, los adultos, aun cuando también se sometían a extenuantes jornadas de trabajo, también encontraban momento para el esparcimiento. En cuanto a los distintos juegos en la que los adultos de la Edad Media ocupaban su tiempo, se pueden contar las siguientes:
·         Jey de Poume: Conocido también como Juego de Palmas consistía en lanzar una pelota, usando para ello la palma de las manos.
·         Soule: Consistía en pelearse una pelota hasta hacerla regresar al punto de inicio. Por lo general se jugaba con una pelota fabricada en base a tejido y pasto. El evento daba lugar a grandes combates, a través de prados y bosques. Se cree que este juego puede ser uno de los antecesores del fútbol moderno.
·         Las justas: Este juego, básicamente consistía en el enfrentamiento de dos caballeros, montados sobre su caballo, lanza en mano. Ganaba el que lograra romper tres lanzas, en cada encuentro, o por el contrario tumbar a su oponente, lo cual era tomado como una lanza rota. Este juego era desarrollado de forma  pública, y llevado a cabo con lanzas de madera y escudos. Sólo podían participar personajes de la nobleza o la corte, el pueblo en general podía acercarse a disfrutar del espectáculo, al menos que los reyes decidieran lo contrario.
·         Ajedrez: Según apuntan fuentes históricas, en principio no era jugado sobre un tablero, sino sobre un trozo de tela, unicolor. Por algún tiempo fue prohibido al pueblo, considerándose una diversión exclusiva para nobles y caballeros.
·         Alquerque: Entre los juegos más populares de la Edad Media resalta éste, descrito como un popular juego de mesa. Los historiadores han indicado que este juego puede ser asumido como uno de los principales antecesores del juego actual de Damas.

Extendiéndonos a la Edad Moderna en los siglos XVI y XVII, aparecen ya juguetes como los conocemos ahora y es en esta época cuando empieza a manifestarse el ingenio de los fabricantes. En aquel momento, los niños emplean juguetes bélicos como por ejemplo soldados, cañones, arcabuces, etc. En cambio, las niñas continúan jugando con muñecas, que se fabricaban en yeso para las niñas del pueblo, y en cera coloreada para las niñas de familias acaudaladas. En el Renacimiento aparecen los primeros soldados de plomo, de uso exclusivo para los más ricos, así como la gran innovación de la época: los muñecos autómatas, que reflejaban ya los conocimientos mecánicos de la época. Las clases menos privilegiadas debían conformarse con caballos de madera, carros, bolos y cualquier utensilio que pudiera hacerse con cañas.
Es en esta época cuando empiezan a emplearse los juegos o juguetes didácticos.
A finales del siglo XVII, y sobre todo del XVIII, la sociedad comienza a transformarse hacia la industrialización. Los niños humildes se divierten jugando en grupo y a juegos que no requieren de un «objeto» alrededor del cual se organice el juego. Más que de juguetes, cabe hablar de juegos, como el toro o el balancín. Existían caballitos con preciosos estribos, aunque la mayoría de los niños/as de la calle lo conseguían con un barril al que se le adosaba una cabeza de madera plana.
También se extiende en el siglo XVII el coche de juguete. Muchos de ellos eran reproducciones exactas de los carruajes de la época.
Por su parte, las niñas seguían jugando con muñecas de madera o trapo, pero se inicia una tendencia a abaratar la fabricación con el uso de materiales y técnicas apropiadas. Junto a la muñeca, otro juguete de todos los tiempos es la pelota, que antiguamente podía estar rellena de arena o de aire. El verdadero cambio en el mundo del juguete lo marca el principio del siglo XX, cuando se toma conciencia de que el juguete es también un medio pedagógico, que servirá al niño para favorecer su inteligencia y facilitar sus estudios.
Enfocándonos en la edad contemporánea podemos encontrar diversos tipos de juegos, desde “los de calle” hasta la tecnología más avanzada. Años atrás los juegos más novedosos del momento eran las canicas, el "topao", el teléfono descompuesto (el oído y la voz como únicos elementos); las escondidas, el pañuelo, la gallinita ciega. Nadie se aburría y alrededor de cualquier botella o lata vacía se desarrollaban los mejores y más divertidos juegos. Juegos sencillos, prácticos, divertidísimos, donde la imaginación echaba a volar y lo único que nos requerían era nuestro constante movimiento físico y la socialización permanente.
Lamentablemente, estas formas, estos modos tan divertidos de jugar se extinguieron y muy difícil es rescatarlos en estos tiempos de alta tecnología donde no se concibe un adolescente sin celular, sin un I pod, una laptop, o cualquier video juego de esos que desconecta a los niños de su mundo exterior encerrándolos cada vez más en sí mismos. Sumergiéndolos en un estilo de vida caracterizado por el sedentarismo. Es la tecnología que reina hoy día. La capacidad de esos cada vez más pequeños artefactos que, como dictadores, dan instrucciones una tras la otra; "indican" a los niños cómo deben jugar y hasta los guían a jugar con temas preseleccionados por sus diseñadores. Los padres que económicamente pueden, para "tranquilizar" las energías naturales de los niños, han recurrido a juegos electrónicos, como el nintendo, play station, game cube, el uso de juegos para computadora, el internet, el chat, la televisión, actividades muchas veces solitarias, que si no se acompañan de la posibilidad de ser compartidas con otras actividades sociales, deportivas, dejaran al niño con pocas habilidades para socializar y desarrollar sus capacidades físicas y mentales.

Autora: Luciana Rivero Martos

BIBLIOGRAFÍA:
www.biblioteca.uniroja.es
www.educación.elpensante.com
es.wikipedia.org
recuerdosdelainfancia.blogspot.com.ar
www.buenastareas.com
www.diariolibre.com


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